Opinion | 13 Jun Al final el Poder Ejecutivo –léase el presidente de la República-- decidió cortar grueso y no solo se fue la ministra Daisy Tourné de la titularidad del Ministerio del Interior, sino que también le seguirán el subsecretario Ricardo Bernal y algunas otras jerarquías, posiblemente con la idea de dar la imagen de la renovación total de una secretaría de Estado a la que la ex ministra le dio una impronta que estaba muy alejada de la que debe exhibir esta cartera.
A la locuaz y mal hablada ministra, pero peor aún, sin la dosis de equilibrio y ecuanimidad que se necesita al frente nada menos que de la cartera política del gobierno, le sucederá el Dr. Jorge Bruni, de un perfil absolutamente diferente al de la ex titular, aunque sí en lo personal fuertemente ideologizado en su carácter de independiente dentro de la fuerza de gobierno.
Pero el tener determinadas convicciones ideológicas es una cosa, y el ponerlas de relieve cada vez que se actúa y encima se denosta a quienes no piensen como él, es otra cosa. En su actividad en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en el que ha actuado como subsecretario, Bruni se ha caracterizado por tener bajo perfil y a la vez ser ponderado en sus reflexiones públicas, a la vez de un estudioso de los temas en su carácter de hombre de leyes.
Es cierto, podrán no compartirse muchas de sus posiciones en determinados temas, precisamente porque al análisis legal le ha agregado a menudo su propia percepción ideológica de las cosas, pero ello está en las antípodas, igualmente, del estilo de confrontación, de las expresiones ordinarias y el manifiesto desprecio de la ex ministra por todo lo que proviniera de la oposición. Esta visión sesgada de las cosas, que fue in crescendo, siguiendo por sus actitudes fuera de lugar y un perfil exhibicionista a ultranza, fue lo que le costó el cargo, pese a los intentos de defensa del Partido Socialista que se ha solidarizado con su dirigente, solo para seguir abrazando una causa perdida y sobre la que no hay dos opiniones en la población.