Todos concuerdan que está mal

Locales | 14 Jun Las rutas uruguayas tienen desde hace una década una sobreexplotación importante debido básicamente a dos aspectos: el gran número de camiones con destino a los puertos de Nueva Palmira y Montevideo y la cantidad de autos de turistas de varias nacionalidades. Pero lo que preocupa a quienes transitan la ruta 3, es que precisamente esta vía es la que concentra el mayor número de vehículos livianos y transporte pesado, y si no se han registrado más siniestros graves es por la experiencia de los choferes profesionales.
Lo que históricamente fue la columna vertebral de las carreteras uruguayas, se ve más congestionada todavía desde el cierre del puente Fray Bentos-Puerto Unzué, que determinó que por razones prácticas la ruta 3 sea la que se recargó con ese tráfico.
Más allá de la coyuntura lo cierto es que la infraestructura carretera en general no tiene la calidad necesaria para la demanda de que es objeto.
PELIGROSOS 200 KILOMETROS
Es así que desde el kilómetro 90 hasta el 240 de la ruta que pasa por Paysandú hacia el Norte, el estado de la calzada es desde regular hasta peligroso, particularmente desde unos 10 kilómetros de Trinidad hacia el Norte, a estar por los testimonios recogidos por EL TELEGRAFO en fuentes del transporte camionero, en choferes del transporte de pasajeros, la policía caminera, dependencias de la Jefatura de Policía de Flores, el Ministerio de Transporte y la Corporación Vial del Uruguay.
Uno de los aspectos en que hubo coincidencias entre los entrevistados es que una de las causas del mayor desgaste de la ruta es el corte del puente internacional General San Martín, que une Fray Bentos con Puerto Unzué. Esto determinó que la mayoría de los camiones y automóviles que van hacia el sur, y que antes tomaban desde Fray Bentos la ruta 2 y en Rosario la ruta 1 para llegar a Montevideo, ahora vayan por la ruta 3, y eso repercutió en el estado del pavimento. Por ejemplo, un chofer de camión de cargas generales reconoció que “quienes transitamos diariamente por allí vemos cuánto cambió el tráfico”.
Todas las matrículas
Carlos Volpe, chofer y directivo de Copay, dijo que “cada fin de semana largo es impresionante la cantidad de autos argentinos, paraguayos, chilenos, bolivianos, se ven todas la matrículas por la ruta 3”. Y eso también ocurre con los camiones de carga, tanto nacionales como internacionales, por lo que “la ruta se vio sobrecargada, es indudable, y fundamentalmente de tránsito pesado. Hay camiones con todas las cargas, ganado, madera, grano, y todo viene del Norte.Es que las rutas se hacen con una determinada vida útil, pero bajo también determinadas características, hecho que cambió sustancialmente en los últimos años y se vio acelerado por esa sobrecarga. Ese mal estado de la ruta es responsable de “algunos despistes” que se dan periódicamente en vehículos livianos y generalmente con conductores poco acostumbrados a la ruta, según indicó una fuente policial que conoce bien la zona.
El destacamento de la Policía Caminera más cercano a esta problemática zona de la ruta 3 está en el kilómetro 175 de ruta 5, pero “siempre anda una patrulla en el radio de Flores por la ruta 3”, mientras que en pueblo Andresito hay una comisaría de la jefatura de Flores.

HISTORIA RECIENTE
Sin dudas el tramo más peligroso debido a las huellas producidas por el tránsito pesado es el comprendido entre Trinidad y Paso del Puerto (puentes del río Negro). Este sector, relativamente nuevo, fue trazado en el período de gobierno del Dr. Julio Sanguinetti (1986-1990) y la finalización de la carpeta asfáltica correspondió al período siguiente, del Dr. Luis Lacalle (1990-1995), puesto que anteriormente había sido habilitado provisoriamente con bitumen de baja calidad, que se deterioró rápidamente. En los años siguientes apenas se realizó mantenimiento, por lo que actualmente presenta las deficiencias denunciadas. Este trazado sustituyó la peligrosa trayectoria de la vieja ruta –hoy conocida como 14, que pasa por Gruta del Palacio— que por su recorrido plagado de curvas y calzada angosta resultaba una trampa mortal para el viajero que no la conocía.