Según la directora de la Dinama

Locales | 17 Jun A pesar de las expectativas entre los guichonenses, la titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, ingeniera Alicia Torres, señaló que no cree posible que este año se concrete la incorporación de Rincón de Pérez y los montes del Queguay al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
“Este año van a ingresar otras dos áreas y posiblemente Rincón de Pérez quede para el próximo”, adelantó a EL TELEGRAFO.
“Uruguay era el único país de América Latina que no tenía un Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Si bien la ley estaba aprobada desde 2000, no se había dado ningún paso para su puesta en marcha. Fue en 2005, a partir de la formulación de un decreto reglamentario que se inició el proceso de identificación de las áreas de prioridad para conservación de la biodiversidad y su incorporación al SNAP”, sostuvo.
Actualmente existen dos áreas protegidas --Esteros de FArrapos en Río Negro y Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres-- y cinco próximas a ingresar, entre las cuales está Cabo Polonio y Laguna de Rocha y Laguna de Castillos (Rocha), Valle del Lunarejo (Rivera) y Rincón de Pérez y Montes del Queguay (Paysandú).
Agregó Torres que el actual gobierno le ha asignado una alta prioridad y de acuedo a lo establecido en la ley 17.234, se propone definir un conjunto de áreas continentales y marinas especialmente dedicadas a la protección y mantenimiento de la diversidad biológica y de los recursos culturales asociados, que conformen un patrimonio natural y cultural del país.
El sistema que se está creando promueve la participación a través de ámbitos institucionales creados a tal fin y su directa intervención en la gestión y desarrollo de actividades de las propias áreas. Estas deben contribuir a la conservación del patrimionio natural y cultural así como a generar oportunidades de trabajo e ingresos que fortalezcan el desarrollo de cada región.
Aunque bastante desconocidos a nivel general y aún entre los propios sanduceros, Rincón de Pérez y los montes del Queguay, ubicados en las inmediaciones de Guichón, forman un área natural con características únicas en el país. No sólo es la mayor “masa boscosa” del territorio uruguayo y ha sido caracterizada como un sitio de especial interés científico por su gran riqueza natural y ecológica, sino que además posee valores históricos y arqueológicos que ameritan su protección.
Por ello, vecinos de la zona y varias instituciones están impulsando su ingreso al Sistema Nacional de Áreas Protegidas. La Facultad de Ciencias, que estuvo con sus docentes y estudiantes trabajando en la zona, recomendó el ingreso al SNAP en calidad de “parque nacional”, entendiéndose por tales aquellas áreas “donde existan uno o varios ecosistemas que no se encuentren significativamente alterados por la explotación y ocupación humana, especies vegetales y animales, sitios geomorfológicos y hábitats que presenten un especial interés científico, educacional y recreativo, o comprendan paisajes naturales de una belleza excepcional”.
Deben ser “autogestionables”
Consultada específicamente por la incorporación de Rincón de Pérez y los montes del Queguay al SNAP, la directora de la Dinama dijo que seguramente esto no ocurrirá este año sino “posiblemente el próximo”. “Nos propusimos incorporar este año una serie de áreas en las que hay avances; otras vienen más lentas porque hay que cumplir con una serie de pasos. Las que están más avanzadas son las que ya tuvieron audiencia pública”, dijo.
“Esto debe ser gradual porque si ingresamos 50 áreas de un día para otro, el sistema se resiente. Estamos sacando lecciones de unas para proyectar otras”, dijo al recordar que el manejo de un área protegida implica también una serie de consensos entre todos los actores involucrados así como la puesta en marcha de una serie de procesos de funcionamiento.
“Hay que definir guardaparques, nombrar administradores y directores... son cosas que no pueden asumirse de un día para otro”, agregó.
Por su parte, la subdirectora de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Angelita Gómez, recordó que las áreas que se incorporan al SNAP “deben autosustentarse, porque no se pueden destinar solo recursos gubernamentales. Deben tener capacidad de autogestión para que no se vuelvan cosas que van a engrosar el presupuesto nacional”, opinó.
“También hay que generar compromisos con privados sobre las restricciones de uso del área --si es que las tienen-- porque cierto sector productivo privado pensaba que en su tierra hacía lo que quería, pero hoy en día tenemos estrategias de conservación que apuntan a que se haga lo necesario y oportuno para el país. En conclusión, hay que conciliar esos intereses y son negociaciones complejas”, puntualizó.