JUAN CARLOS RODRÍGUEZ

Locales | 19 Jun Aferrarse y mantener vivas las ilusiones de un tiempo nuevo, sentir nostalgia del pasado pero siempre disfrutando de lo presente son sentimientos que comparten sin conocerse los pobladores de varios poblados rurales. Entre ellos Juan Carlos Rodríguez, más conocido en el pueblo como “Choco”. Está casado con Leticia Romero y son padres de dos hijos y una hija: Carlos Andrés (33), Gabriel (12) y Rosina (8).
Jubilado de Azucitrus, a sus 70 años está convencido de que jamás y por nada en el mundo cambiaría su terruño. Con orgullo recordó parte de un pasado que lo mantiene satisfecho y colmado de gratos momentos que resguarda con mucho cariño.
En un fluido relato rescata la vez que plantó el primer árbol del primer complejo Mevir en Gallinal. “La verdad es que no sé bien por qué me eligieron a mí, pero me enorgullece recordar ese momento. Ese acontecimiento guarda una interesante anécdota, porque en realidad yo no sabía que había que plantarlo en la plazoleta principal del centro poblado. Por eso lo planté en el fondo de mi casa. Solo se que le dediqué mucho tiempo. Lo cuidé, lo regué, intenté mantenerlo, pero por esas cosas del destino se secó. Quince años más tarde me dieron nuevamente la responsabilidad de plantar otro árbol, un ibirapitá, y esa vez sí lo planté en la plazoleta cómo correspondía... Y ahí sí prendió”. También rememoró cuando se originó Gallinal, lugar que según afirma, no cambia por nada. “El pueblo ha crecido considerablemente. Es impresionante cómo desde aquel entonces, cuando se levantó la primera vivienda, no se ha parado de construir”. Rodríguez está jubilado de la empresa en la que se desempeñó durante 30 años. “Aquí todo surgió a través de Azucitrus. Desde cuando el señor Fraschini donó los terrenos para la construcción de las primeras cincuenta viviendas. El pueblo fue cobrando forma con gente que vino de distintos puntos, hasta de Paysandú ciudad, como es mi propio caso. De alguna manera reorganizó a los pobladores de la zona que estaban dispersos por otras partes en chacras aisladas, más otros que llegaron de pueblos ubicados en la zona de influencia”.
“Hay muchos lugares preciosos y muy lindos, pero mi vida está acá. Por ejemplo, cuando viajamos con mi señora a la ciudad por un día cuando necesitamos hacer algún trámite o algunos mandados, enseguida nos queremos volver. Aprovechamos que ahora la empresa Copay puso una línea de ómnibus los lunes y los viernes al mediodía. No aguantamos quedarnos, y si terminamos antes con nuestras diligencias, nos volvemos al mediodía”.
Sobre cómo es vivir en Gallinal, Rodríguez afirmó que “es muy lindo. Hay muy buenos vecinos. La gente es muy unida y uno quiere mucho a este lugar”.