HISTORIA: 1784

Locales | 17 Jun La reconstrucción de los hechos realizada por el Padre Vidal prosigue así: “Como no quisiera apearse de su asno el de Haedo, ni quisieran ceder de sus reales o presuntos derechos los de Yapeyú, comenzó en 1773 un pleito que había de alargarse por todo lo que quedaba de siglo, e ainda mais, ya que sólo le había de dar fin una transacción en 1802”.
“Estamos ahora en el año 1784. Después de muchos dares y tomares, de sentencias y apelaciones, de órdenes de desalojo dadas, y desacatadas por los Indios, hubo un momento en que un juez subdelegado, Don Gabriel de la Quintana, con asiento en Santo Domingo Soriano, decidió urgir él mismo en persona el cumplimiento de la orden y resolvió trasladarse al puerto de Sandú para ejecutarla”.
“Citó para tal día y tal hora a Don Gregorio de Soto, Administrador General de los Pueblos de Yapeyú de los Indios Guaraníes, y a los caciques representantes de los mismos pueblos, conminándolos con las penas de la ley si no se hacían presentes en el citado Paso de Sandú. Y allá se trasladó él, acompañado de gente armada conseguida en Santo Domingo Soriano”.
“Llegó al lugar de la cita, desenfundó sus mamotretos y se aprestó a espetar con toda solemnidad la sentencia, concebida sin duda alguna en términos legales, rimbombantes y campanudos, como se acostumbraba en aquella época. Pero su desilusión fue grande”.
“Los citados no aparecían. A su derredor sólo veía rostros hostiles y sonrisas irónicas que no presagiaban nada bueno”.
“Requirió entonces la presencia de Gregorio de Soto; pero en su lugar se adelantó su hermano, llamado Luis, el cual sólo sabía comunicar que esa mañana a las seis el Administrador y los Caciques habían tenido que ausentarse por motivos urgentes”.