JOSÉ ALONSO

Locales | 19 Jun Vive con la velocidad propia de un jubilado. Su pasado laboral lo marcó fuerte y hoy camina sus años con otro ritmo, mientras su vida tranquila transcurre en su papel de abuelo querido.
José Alonso tiene 76 años y es oriundo de Bella Unión, pero hace un buen tiempo que se radicó en Gallinal, en la casa de uno de sus hijos. Estuvo vinculado a la producción de caña de azúcar durante veinte años. Desde 1962, año en que contrajo matrimonio, hasta 1982 Calnu lo contrató para trabajar dentro del ingenio azucarero. Fueron tiempos duros y como él mismo lo describe “esa era la época de la esclavitud. El patrón era el que mandaba. A nosotros nos pagaban con vales, es decir que nos pagaban con insumos, los que comprábamos en la cantina. Todo el salario quedaba allí”.
Fue la época del movimiento de los cañeros de Raúl Sendic. “Yo lo conocí a Sendic en Calprica, debajo de un ombú. Él andaba con su camperita al hombro. Allí comenzó a gestarse --entre los obreros-- las primeras marchas y reuniones del movimiento, aunque yo no participé en la caminata hacia Montevideo. Es que la verdad, nunca participé en esas actividades”.
Tiene 6 hijos, 2 mujeres y 4 hombres, y vive con Julio, uno de ellos. Hace años que es jubilado y dos que enviudó, y por eso optó por mudarse allí. Tiene 16 nietos, 2 bisnietos y un tataranieto y cuando habla de ellos una expresiva sonrisa muestra su orgullo por ellos.
Sus recuerdos guardan nostalgia y aunque no prefiere el pasado, refiere a una época que lo marcó fuertemente en su vida laboral. “Antes el trabajo era duro, duro, duro; porque nosotros cortábamos un surco de caña y ganábamos siete pesos, y hoy en día por cada surco de caña pagan quinientos cincuenta pesos, y mucho más también. Eran tiempos en los que cortábamos caña hasta febrero. Con zafras que eran muy extensas. Salíamos del corte y ya entrábamos al riego. Casi no parábamos nunca. Pasábamos a plantar y a carpir, y así era todo el tiempo de trabajo. Éramos todo terreno. Y eran también otros tiempos. Uno laburaba sin mirar mucho para los costados. Hoy la vida, de a poquito se va yendo y vamos cubriendo nuestras necesidades con otras responsabilidades, a otros ritmos y con otros tiempos”, concluyó.