Paysandú, Viernes 26 de Junio de 2009

Insumos agropecuarios como en 2007

El Plan Agropecuario establece que el sector ganadero pierde hasta el 50% de sus ingresos

Rurales | 26 Jun Los productores están cada vez “más acorralados” entre la crisis hídrica y el bajo precio del dólar, sostuvo el productor Emilio Mangarelli, delegado de la Federación Rural ante Instituto Nacional de la Carne (INAC).
Las declaraciones surgen luego de conocerse datos del Instituto Plan Agropecuario (IPA) y Fucrea que indican que las empresas ganaderas tendrán pérdidas de hasta 50% en sus ingresos en el ejercicio 2008/09 que cierra el 30 de junio.
Este dato no causó sorpresa entre los productores que vienen alertando de la difícil situación que vive el sector desde hace mucho tiempo. Mangarelli agregó que “hoy por hoy la ganadería no es rentable” a raíz de los elevados costos de producción que tienen. “Hacer pastura para alimentar a los animales y la cría con los precios de los terneros sumado al aumento de los costos de producción dan como resultado esa cifra”, indicó el productor haciendo referencia a los datos difundidos por el IPA.
Para Mangarelli la salida de esta situación radica en la disminución de los costos y que el sector se haga competitivo en el mercado con un dólar fuerte.
Por su parte, el técnico del IPA, Carlos Molina, señaló que esa disminución es provocada por las nuevas relaciones de precios y la caída de rendimientos productivos por la sequía. “Esto no quiere decir que será igual para todas las empresas, ni que será el promedio de caída de los ingresos de todos los precios ganaderos, porque sería muy prematuro afirmarlo”, aclaró Molina.
Según indicó El Observador: “se llegará a ese porcentaje de caída de ingresos en predios muy afectados por la sequía, donde hubo que vender mal el ganado”. Molina explicó además que las estimaciones preliminares surgen de tomar como base la situación de un productor-criador de la zona Este, que no fue la más afectada por la sequía, y de un establecimiento de ciclo ganadero completo del centro del país que fue notoriamente afectado. En este caso se vio cuánto había perdido de ingresos con relación al año anterior y se observó la caída del saldo de caja”, indicó el técnico.
Algunas de las consecuencias que se advierten son la perdida de forrajes (por lo que el productor tendrá que reinvertir en este rubro) y pérdida de estado de los ganados, que en varios establecimientos bajaron de peso notoriamente.
Insumos agropecuarios
Los insumos agropecuarios acompañaron durante 2008 la burbuja de precios que generaron los granos y la mayoría de los productos agropecuarios.
Eso llevó a pagar precios por las nubes que, de todas formas, no impedían que el negocio de la agricultura mantuviera su rentabilidad. Hoy, esos precios acompañaron la caída de los precios de los granos y se retornó a niveles de 2007.
El director de Agropecuaria del Este -empresa dedicada a la venta de insumos-, Álvaro Rivadavia, explicó el nuevo escenario: “A partir de abril de este año se encontró un punto el equilibrio y la baja de precios se detuvo. En algunos fertilizantes como la urea, que depende del valor del petróleo, hubo algún ajuste al alza pero muy pequeño”.
A modo de ejemplo, el fertlizante 1846 (fosfato de amonio) está en el entorno de U$S 550 cuando en mayo de 2007 costaba U$S 595 y en el mismo mes de 2008 ascendía a U$S 1.590.
Algo similar ocurrió con el glifosato. El litro glifosato en mayo de 2007 valía $ 2,80, en el mismo mes de 2008 había trepado a U$S 9,20 y hoy ronda los U$S 2,70.
En cuanto a otros insumos, actualmente el fertilizante A-046 cuesta en el entorno de U$S 420 y la urea entre U$S 390 a U$S 430 lo que varía según su granulación.
“Esto demuestra que la burbuja llegó a todos los rubros y se generaron valores por el componente especulativo. Los números de 2008 eran soportables porque todo había aumentado, hoy hay una mejor relación entre los insumos y lo que produce”. Por otra parte, agregó que “el año pasado el productor entendió que había una inflación en dólares en el precio de las materias primas y eso llevó a hacer compras a futuro de insumos, lo que provocó escasez. Hoy la baja de esos precios hace que la gente mida sus compras y compre los volúmenes que necesita para utilizar. Esto es más real que lo anterior. Si bien los volúmenes de venta bajan, es más realista y la previsión de lo que queda vender y lo que se vendió es más genuina”.


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