Deportes | 29 Jun Ganó todo. Fue campeón de España y de Europa, pero quedaría más por festejar. Y en dos semanas alcanzó otros dos títulos, como para dejar en claro que es uno de los máximos exponentes de la pelota en la Madre Patria.
Alvaro Medina, el sanducero que viajó a España con toda la ilusión a cuestas para tentar suerte en el profesionalismo, sin soñar siquiera en que el paso de los años lo acomodaría en lo más alto de este deporte.
Porque hoy Medina no solo es reconocido abiertamente en España, sino también en Europa, tras haber cosechado varios títulos continentales con el Puertas Bamar de Valladolid, un club joven que vio como su apuesta resultó ser perfecta.
En enero se puso en marcha la Copa del Rey, que se cerró con el título del sanducero junto al cubano Jorge Domínguez tras derrotar en la final al representativo de Cataluña por 35 a 13, resultado que marca a las claras la superioridad de la pareja del Puertas Bamar que representó en este caso a la selección de Castilla y León en la modalidad de paleta de cuero.
Domínguez y Medina habían dejado por el camino en semifinales a Andalucía, por 35 a 20, ganado así el pasaje a una final que les sería totalmente favorable.
La selección de Castilla y León terminaría en definitiva subcampeona en la general, teniendo en cuenta que si bien se alcanzó el título de la Copa del Rey en pelota de cuero, se fue subcampeona en pala corta, en tanto se perdieron las dos semifinales en individual y parejas, en ambas ocasiones ante La Rioja.
La Copa del Rey fue para Medina el último título posible de la temporada local, ya que tan solo una semana antes accedió a la titulación del Campeonato Nacional de Federaciones, nuevamente con el combinado de Castilla y León, al haber derrotado al equipo de Navarra. Domínguez y Medina serían campeones al derrotar en la final, y con claridad por 35-22, a la dupla de Navarra integrada por Ayarra y Salina.
Una temporada inolvidable para el sanducero, que se ha transformado sin dudas de un tiempo a esta parte en el mejor exponente del deporte de Paysandú y el Uruguay en el exterior, abrazando los títulos más importantes de la pelota profesional.
Pero va por más, aunque parezca mentira. Alvaro Medina tiene por delante dos desafíos más que importantes en lo que queda del año, ya que por un lado el 22 de julio jugará el Europeo en Francia; pero el más importante será en lo previo el 15 de setiembre, día en el que espera la llegada su hija Lucía. Pavada de desafío.