Nacionales | 27 Jun La Iglesia Católica uruguaya se vio sacudida por el caso del obispo de Minas. El Vaticano se dispone a comunicar el destino de Francisco Barbosa, quien denunció una extorsión que dejó al descubierto que mantenía relaciones homosexuales, confirmaron fuentes eclesiásticas. El caso está en manos del papa Benedicto XVI, ya que el sacerdote en cuestión le informó directamente por una carta.
“Los obispos no vamos a hacer declaraciones por separado hasta que venga la orden del Vaticano”, dijeron integrantes de la Conferencia Episcopal del Uruguay, que pidieron no ser identificados. “Esperamos que la comunicación del Vaticano venga en forma inmediata, que seguramente pedirá la suspensión o el retiro” de Barbosa, agregaron. El hecho salió a luz luego que el propio Barbosa denunció que era objeto de una extorsión, hecho por lo que el juez penal de Minas, Daniel Erserguer, procesó a dos adultos con antecedentes penales. Los ya procesados extorsionaban a Barbosa desde hacía varios meses con fotografías que dejaban al descubierto sus relaciones homosexuales. Además de extorsionarlo, los ex reclusos le habían robado una tarjeta de crédito, un cáliz de la iglesia y otros objetos que iban para parroquias de la zona de influencia del sacerdote.