Opinion | 28 Jun Como no podía ser de otra manera, en un mundo globalizado donde la agilidad de comunicaciones y transporte juega tanto a favor como en contra, la gripe A H1N1 ya está en Paysandú.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó el nivel de alerta a la fase 6, que implica diseminación y no mayor gravedad, cuyo objetivo no es ya contener la difusión de la enfermedad, puesto que se asume que la misma está suficientemente extendida en el mundo como para hacer esto imposible, sino mitigar su impacto.
En la estrategia nacional esto implica, como ha informado el MSP, el pasaje a estudio de brotes y no de casos particulares. Por otra parte, la OMS no recomienda los cierres de frontera ni establecimientos, salvo que se produzcan ausentismos importantes y que existan más de dos casos de transmisión de persona a persona.
Lo cierto es que la actual variación del virus gripal en nuestro país, así como en otros países de la región, tiene un comportamiento muy benigno, salvo en las personas que tienen enfermedades de fondo o que presenten otras complicaciones -bronquíticos crónicos, diabéticos, obesos, inmunodeprimidos, etcétera--, así como una especial atención a las madres embarazadas. Lamentablemente, Paysandú cuenta con el primer caso de gripe grave de gripe H1N1, tratándose de una joven embarazada.
Ante la nueva situación planteada, entrar en alarma poco ayuda. Debemos sí, permanecer alertas y adoptar las medidas de prevención y autocuidado recomendadas por las autoridades de la salud, entre ellas el lavado frecuente de manos con agua y jabón o usar alcohol en gel, cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar (toser o estornudar en la manga si no se tiene un pañuelo) y evitar la concurrencia a locales donde se concentren muchas personas. Evitar la automedicación y realizar la consulta médica ante la aparición de síntomas gripales, también es necesario.
En ningún país del mundo el sistema médico tiene la capacidad de hacer todo el trabajo por sí solo e identificar el 100% de los eventuales afectados por el virus; por ello es importante que las personas estén bien informadas y colaboren para que todos los casos puedan ser identificados y atendidos. La prevención, por otra parte, es fundamental y cada uno de nosotros puede colabaror activamente con ella al cuidar de sí mismo y su núcleo familiar, realizando algunos cambios de hábitos y permaneciendo más atentos a la situación. Los centros de atención médica locales, por su parte, afirman estar preparados para el nuevo escenario. Esperamos que, efectivamente, así sea.