Locales | 07 Jul Con una ruidosa concentración y entrega de volantes a los ciudadanos, la Mesa Departamental de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) realizó en la víspera una jornada de sensibilización respecto a su problemática, tanto nacional como departamental, que refiere a trabas burocráticas para los trámites ante el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), falta de cartera de tierras para construir complejos y necesidad de reestructura de deudas en determinadas franjas.
Ante la sucursal Paysandú del Banco Hipotecario del Uruguay y Agencia Nacional de Vivienda, en horas del mediodía y con la presencia de dirigentes nacionales del movimiento, tuvo lugar esta demostración, en la que participó un elevado número de cooperativistas.
El secretario general de Fucvam, Daniel De Souza, expuso que el aspecto de los servicios es un elemento que obra en contra de la construcción de complejos cooperativos, porque el Estado no acompaña las necesidades de vivienda social, “y que se pida saneamiento antes de constrtuir significa que se siga frenando el desarrollo del movimiento cooperativo”.
A la vez, señaló que la movilización cooperativa se basa en una gran “indignación”, teniendo en cuenta que durante cuatro años y medio se esperó la reglamentación de las cooperativas, pero subrayó que “de esta reglamentación no se le puede echar la culpa a gestiones anteriores, a herencias recibidas o a crisis, sino que fue puro producto de elaboración durante cuatro años y medio. Cuando la presentaron llevó a este gran rechazo por el movimiento”.
El haber flexibilizado y/o dejado sin efecto este condicionamiento posibilitó que mejoren las posibilidades de acceso a la vivienda por las cooperativas, evaluó el dirigente.
Edgardo Pratt, de la dirigencia departamental, recordó que en Paysandú hay por lo menos unas quinientas familias esperando la solución habitacional a través de cooperativas. Indicó que hay cuatro cooperativas del Mvotma que “todavía no han sido llamadas a regularizar las deudas” de acuerdo al convenio firmado en octubre de 2008, en tanto dos cooperativas “de la vieja reglamentación todavía no han escriturado”. A la vez, de otras once cooperativas en formación, cinco cuentan con terrenos y procuran sortear los trámites “para ingresar en el segundo llamado, en tanto las otras seis no tienen terreno”, lo que da la pauta de la necesidad de incorporar lo antes posible una cartera de tierras, subrayó.