Opinion | 02 Jul El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) realizará tres incorporaciones: los humedales del río Santa Lucía, las cuencas de los arroyos Laureles y De las Cañas (Tacuarembó) y el Parque Nacional de San Miguel (Rocha).
Con éstas serán ya cinco las áreas protegidas del Uruguay que, a pesar de su relativo pequeño tamaño, muestra un sorprendente y complejo mosaico de biodiversidad que en virtud de la baja densidad de población rural y de las formas predominantes de uso del territorio, aún presenta amplios sectores con buenos niveles de conservación.
Hasta hace poco tiempo, a pesar de existir áreas protegidas, éstas no se encontraban articuladas en un sistema que asegure una adecuada conservación de la biodiversidad que sirva de base a un desarrollo sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico. Sin embargo, el país ha venido trabajando intensamente para su consolidación con el objetivo de conservar la biodiversidad y el patrimonio natural.
Por su parte, las comunidades locales también se han preocupado por este tema motivadas principalmente por la necesidad de protección de estas áreas y su biodiversidad, así como también por la importancia que implica ingresar al SNAP como un factor que valoriza la posibilidad de manejos sustentables.
Aquí en Paysandú la comunidad de Guichón viene trabajando desde hace ya bastante tiempo para lograr el ingreso de Rincón de Pérez y los montes del Queguay al SNAP. Se trata de una iniciativa con respaldo comunitario e institucional local, que cuenta además con el apoyo de la Facultad de Ciencias, que ha realizado un interesante trabajo de relevamiento y estudio de la zona.
Si bien la declaración de áreas protegidas implica instancias de participación pública --como audiencias y consultas-- y una serie de trámites administrativos y burocráticos, bueno sería que esta propuesta local quede concretada lo antes posible. Rincón de Pérez y los montes del Queguay constituyen de los últimos rincones casi “vírgenes” del territorio nacional además de un lugar de especial interés científico y que posee valores históricos y arqueológicos que ameritan su protección.