Deportes | 09 Jul Que va a jugar; que no le alcanzará el dinero ni el tiempo; que el suspenso se trata de una estrategia para encontrar más apoyo económico. ¿Cuál es la realidad del Paysandú BBC? Que está al filo de la cornisa y que, más que nunca, el apoyo de las empresas sanduceras será vital para concretar que el equipo profesional sanducero se ponga en marcha.
Más allá de las líneas que se hayan tirado a nivel oficial, y del optimismo de algunos, la realidad es que la cuenta regresiva está rodando y que el paso de las horas definirá cuál es el futuro de uno de los históricos de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Lo que sí pude decirse es que la situación no es fácil, y hoy está alejado de la realidad que la indefinición del Paysandú BBC se trate de una estrategia. Por el contrario, el paso de las semanas ha dejado en claro que la situación está complicada y que no solo a los dirigentes, sino a la afición toda, el no tener confirmada la participación en la Liga, el no contar con entrenador y menos con plantel que esté trabajando, no le cae en gracia.
¿Qué espera hoy el Paysandú BBC para decir presente? El apoyo económico necesario para no jugar por jugar. Que las empresas del medio apuesten a un Paysandú BBC fuerte, para que el equipo sanducero lleve los colores de Paysandú a la pelea por las primeras posiciones y, de una vez por todas, tentar a que el título se quede por acá.
Pero claro, los billetes juegan un partido aparte. El partido. Y por el momento la solución está a medio aparecer porque las tratativas con Ancap y Ancel no han dado frutos. Pero sobre todo porque el empresariado sanducero, el mismo que tuvo un rédito importante durante las primeras Ligas, hoy no está salvo contadas excepciones.
Es cierto, y hay que reconocerlo: Paysandú BBC tampoco hizo demasiado como para mantenerlos al lado si de resultados se trata. Pero quizá sea buena la ocasión para “volver a fundar” a un equipo que supo ser la envidia del básquetbol nacional, ayer nomás.
Pero tiene que ser hoy, por la sencilla razón de que el tiempo se agota. Se agota para confirmar la participación, pero sobre todo para apostar en grande. Como se merece --también en este aspecto-- Paysandú.