Paysandú, Domingo 12 de Julio de 2009
Opinion | 11 Jul La visita al Uruguay del presidente boliviano Evo Morales el lunes próximo estará signada por una agenda de temas de interés común, incluyendo algunos de sesgo político - ideológico y de análisis de situaciones internacionales como la crisis institucional hondureña, pero a la vez existen puntos que refieren a intereses que trascienden los períodos de los respectivos gobiernos, para proyectarse dicididamente sobre el futuro de ambas naciones y de gran parte del Cono Sur.
Uno de esos aspectos es precisamente de gran importancia geopolítica, y refiere a potenciar un instrumento de desarrollo y generador de condiciones para mejorar la competitividad de producciones de una amplia región, como es el caso de la salida a ultramar a través de la Hidrovía Paraguay - Paraná, mediante el uso de puertos uruguayos en su extremo sur y a la vez complementarla con la del río Uruguay. Delegaciones de nuestro país y de Bolivia se reunieron previamente a la visita del mandatario del altiplano, oportunidad en la que el país mediterráneo planteó al Uruguay el uso del sistema portuario para su comercio exterior. De acuerdo a la cancillería uruguaya “Bolivia reiteró su interés en la utilización del sistema portuario uruguayo a través de Nueva Palmira y Montevideo para movilizar la carga de su comercio exterior”.
A este planteo se agrega que la oportunidad fue propicia para considerar “la conveniencia de crear una política regional de igualdad de oportunidades que permita fomentar e intensificar el tránsito fluvial, que impactaría positivamente en las relaciones económicas y sociales de los estados partes” de la Hidrovía.
Debe tenerse presente que la Hidrovía Paraguay - Paraná, más la conjunción en el extremo de los ríos Uruguay y de la Plata es un sistema fluvial navegable de 3.500 kilómetros entre puerto Cáceres, Brasil, en el extremo norte, y Nueva Palmira, en el Sur, lo que a la vez comprende el tránsito por regiones de Bolivia, Argentina, Brasil y Paraguay.
El potencial de la Hidrovía es inmenso, pese que pueda atravesar por períodos coyunturales como el actual, en que hay oferta en exceso de barcazas debido a la crisis financiera internacional y a la caída de la demanda en los mercados, desde que constituye una salida natural para grandes producciones de soja y otros cultivos de una vasta región, además de ser canal de exportación del mineral de hierro procedente de las minas de Bolivia, entre otras producciones. El interés de Bolivia es no solo explicable en su caso, sino vital, desde que no tiene alternativas después de haber perdido su salida al mar en la guerra contra Chile, y el uso del transporte fluvial es la condición que hace la diferencia para competir con otras producciones.
El hecho de que el mundo está en una etapa recesiva no es --no debería-- óbice para las inversiones en la Hidrovía y el acuerdo operativo imprescindible con el Uruguay para el uso de sus puertos, desde que este instrumento trasciende los ciclos económicos, al constituirse en una apuesta de largo plazo que no solo refiere al plano económico y comercial.
Precisamente involucra visiones estratégicas y de geopolítica, que deben estar desprovistas de todo contexto ideológico y afinidades circunstanciales para no ser otra cosa que coincidencia de intereses, desde que la asociación para potenciar la producción por un lado y la prestación de servicios logísticos por otro, encuadran en la sumatoria de recursos que debe procurar la región por todos los medios a su alcance.
Estos intereses compartidos y complementarios son a la vez parte indivisible de la integración sudamericana, por encima de estrategias y visiones cortoplacistas entre gobiernos de ideologías afines, por cuanto los presidentes pasan y las naciones y los pueblos quedan. La Hidrovía es un instrumento diferencial para la región, es una palanca de desarrollo que requiere entendimientos, altura de miras e inversión. Todo lo que se haga para mejorarlo significa mejor calidad de vida para los pueblos, y esta es la única premisa válida a tener en cuenta a la hora de las decisiones.
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