Proyecto de vecino sanducero

Locales | 09 Jul Presentado por un particular, el señor Ruben Luberiaga, el proyecto de granja piloto a ubicar en el ejido de Paysandú, tiene el objetivo de lograr afincamiento y trabajo para familias de bajos recursos económicos, y fue bien recibido tanto en el ámbito de la Junta Departamental como de la Intendencia, con opinión primaria favorable del intendente Julio Pintos.
El proyecto surgió en buena medida ante la reacción de este sanducero de 87 años ante tanta tierra inutilizada. “Como sanducero se me cae la cara de vergüenza, de que teniendo tierra llena de yuyos rodeando nuestra ciudad, no seamos capaces de sembrarla y, para peor, traigamos la verdura de Salto. ¿Qué dirán los salteños? Seguramente, que somos haraganes o incapaces”, sostuvo en una carta a las autoridades departamentales.
Luberiaga entiende que a “las cosas hay que encararlas de otra forma. Por eso hago conocer este proyecto de granja piloto. Todos los uruguayos tenemos derecho a un trabajo digno que nos permita mantener nuestra familia. Darle a nuestros hijos la oportunidad de criarse sanos e instruidos, inculcándoles desde niños el amor a la familia, respeto hacia los demás, dedicación y responsabilidad en el trabajo. Esto elevará su autoestima y los hará hombres y mujeres independientes, trabajadores y felices. Sabiendo aprovechar las oportunidades y valorando lo que nuestra tierra nos da”.
También afirma que “el país crece cuando crece su gente. Este es un aporte de un sanducero con 87 años de vida que se crió y creció ayudando en el trabajo de la tierra. Quiero que se reconozca que si a mi edad emprendo proyectos y tengo esperanza de que se realicen, los más jóvenes aunque sea por vergüenza tendrán que luchar por ésta u otra realidad parecida. Me queda la tranquilidad de no esperar de esto (proyecto de granja piloto) nada más que la felicidad para los que puedan emprenderlo en un futuro”.
La propuesta de luberiaga
El proyecto de Granja Piloto está presentado en seis puntos que, pese a la simpleza de su redacción, encierran condiciones y posibilidades muy claras. Su autor aclara, incluso, que “la inversión parece grande en el primer momento, pero con lo que se ahorra en el tiempo en canastas y ayudas sociales, ese dinero se recupera. Además se abren muchas fuentes de trabajo”.
Literalmente propone:
“1) Una chacra del Ejido de Paysandú de 18 hectáreas de superficie, dividida en 8 a 16 parcelas.
2) Se benefician varias familias y se sacan gurises de la calle a trabajar ayudando a sus padres a plantar la granja, criar gallinas, conejos, etcétera. Así obtienen carne, huevos, verduras para su alimentación, pudiendo vender el resto para cubrir otros gastos. Los conejos se mantienen con los sobrantes y desperdicios de las verduras.
3) Llamar a aspirantes que quieran cambiar de vida ganándose el sustento dignamente sin recibir ayudas que puedan resultar vergonzantes.
4) Condiciones exigidas: a) no ser alcohólico; b) no tener vicios o malas costumbres que puedan molestar a los demás; c) tener ganas de trabajar y superarse; d) componer un núcleo familiar mínimo compuesto por matrimonio con por lo menos un hijo/a.
5) Reciben en contrapartida: a) la tierra arada y rastreada por única vez (para evitar el trabajo manual de la tierra virgen); b) herramientas de mano (palas, azadas, rastrillos, picos, carretillas, etcétera); c) una canasta de alimentos dimensionada para cada núcleo familiar por seis meses para darles tiempo a que recojan su primera cosecha; d) materiales de construcción y dirección técnica para construir su casa por ayuda mutua. Todas bien ubicadas y prolijas para formar un conjunto agradable.
6) Serán exonerados de impuestos. Al entrar a la parcela firmarán un contrato por el cual se comprometen a trabajar la tierra y cumplir con todas las cláusulas del mismo. En caso contrario deberán entregar la granja y dar lugar a otra familia que quiera trabajar. En un principio no serán dueños de la tierra, la cual seguirá siendo del Estado o del Municipio”.