Rurales | 07 Jul El 15 de julio se inicia la nueva auditoría cárnica de Estados Unidos, la cual aunque no es una misión para habilitar plantas frigoríficas, estará centrada en verificar todo el sistema de certificación de carne que hace el país.
El director de la División Industria Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, doctor Héctor Lazaneo, señaló a El País que “auditarán las medidas que se toman y verificarán que se cumplen los requisitos que imponen en sus programas de equivalencia”.
Los técnicos estadounidenses trabajarán durante un mes para revisar la información oficial, algunas plantas de faena y visitar el laboratorio oficial, la Dirección de Laboratorio Veterinario “Miguel C. Rubino”, para conocer en detalle los datos emanados del Programa Nacional de Monitoreo de Residuos Biológicos.
Es una auditoría de rutina, pero los técnicos estadounidenses deberán seleccionar las plantas frigoríficas a visitar, en el marco de un listado aprobado de exportadores de 23 establecimientos incluidos también los depósitos de frío.
En el marco de esta visita, la División Industria Animal aprovechará para mostrar el sistema de monitoreo contra Escheriquia Coli O157h7, que está aprobado entre ambos países desde enero de 2008.
Mediante esta herramienta se garantiza a los importadores estadounidenses que se envía todo el lote de carne picada y procesada con destino a la industria y que no hay cajas remanentes de ese lote en sucesivos embarques. A partir de las grandes requisas en la industria estadounidense por la O157h7, se piden mayores garantías. Es que las requisas de carne realizadas meses atrás provocaron pánico en la industria cárnica estadounidense, ocasionando que muchas fábricas dedicadas al procesamiento de carne bovina cerraran sus puertas. Incluso, hace semanas, JBS Swift, uno de los mayores productores de carne dentro de Estados Uniodos promovió una requisa de 190 toneladas, presuntamente contaminada con la E. Coli O157h7, una bacteria comúnmente asociada con la carne bovina producida en feed lot (en animales engordados a granos y en confinamiento).
Por otro lado, una de las grandes fortalezas de Uruguay es la trazabilidad individual de los bovinos, que comenzó en 2007 en forma obligatoria con los terneros nacidos durante la primavera de ese año. En cuanto a la exportación de carne bovina para industria, un producto que era el “caballito de batalla” de los frigoríficos uruguayos, si bien los servicios sanitarios uruguayos brindaron las mayores garantías, todavía no se normalizó la exportación del producto.