Locales | 09 Jul Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga presentaron ayer en Paysandú, utilizando 55 minutos en una conferencia de prensa, parte de las expectativas que tienen para la propuesta que se está redactando y definirá el programa de gobierno del Partido Nacional para las elecciones del último domingo de octubre.
Con el micrófono en el bolsillo de su camisa, Luis Alberto Lacalle comenzó --sin preguntas todavía-- contando cómo se dio la conjunción de la fórmula con Jorge Larrañaga, explicando que tienen “173 años de historia de común denominador, y ponernos de acuerdo demoró 15 minutos”, señalando que “durante la campaña a veces nos costaba buscar un matiz para llevar adelante la competencia” electoral. “De este lado hay un partido, una interpretación cabal del país”. Luego de dar algunos detalles más de la interna, Lacalle dijo que su partido “ya está encarando lo otro”, refiriéndose a las elecciones de octubre.
NO LE NEGÓ EL ESTRIBO
Las primeras preguntas de los periodistas fueron para Jorge Larrañaga. Refiriéndose a qué cambió para que el domingo 28 dijera que no había apuro para la fórmula presidencial, y que a la noche en 15 minutos se formaran las candidaturas, Larrañaga explicó que luego de ocupar varios cargos y ser el candidato único en 2004 en nombre de su partido, “quién soy yo para negarle el estribo al Partido Nacional” y que por eso “tomé la determinación que correspondía. Uno no hace lo que quiere, sino lo que debe hacer”.
Sobre las propuestas que pondrán a consideración en la campaña, y si darán debate, Lacalle dijo que están trabajando los técnicos de los institutos Wilson Ferreira y Manuel Oribe, con el aporte de “Soplan vientos nuevos” (el sector de Carmelo Vidalín, que estaba a su izquierda) para hacer la propuesta de los nacionalistas, por lo que aún no está pronta. Dijo que no sabe cómo el Frente Amplio va a tramitar este tema de la propuesta, porque hay un programa del Congreso y hay posturas de los candidatos y luego serán escritos.
Pidió un debate “que espero sea en televisión, público y cara a cara entre los cuatro candidatos a presidente; tendrá el contenido al que la gente le dé importancia”, señalando que los temas en que centrará su campaña son “la ignorancia, la enfermedad, la pobreza y la inseguridad”.
“NO SOY ESCARBADOR
DE PASADO”
Sobre cómo van a encarar la campaña, dado que los dos principales candidatos --Lacalle y José Mujica-- se han enfrentado verbalmente varias veces, y si habrá que esperar alusiones al pasado de cada uno en la próxima campaña, Lacalle afirmó que “somos gente del presente y el futuro. Es demasiado importante y preocupante la situación del país para que perdamos un minuto en hablar de lo que pasó hace 15, 20 o 40 años. Yo no soy escarbador de pasado”, afirmó el candidato, aclarando que “eso lo fija cada uno, pero nos gustaría con el doctor Larrañaga decir que estas son las soluciones que tenemos para hoy, mañana y por qué no para pasado mañana, porque hay que pensar un poquito más lejos”.
Afirmó que a su juicio “lo que el país espera de los políticos no es que le aumenten las dudas sino que le den respuestas más que preguntas y factores de división”.
Las políticas sociales
y la gente de campo
En cuanto a las políticas sociales a aplicar y la situación del Ministerio de Desarrollo Social, Mides, dijo que “queremos ser mejores. El Mides fue votado por los legisladores del Partido Nacional y el Plan de emergencia también”. Recordó que en su gobierno bajó la pobreza del 30% al 15% de la población, se contruyeron liceos, centros de barrio, hubo una política de viviendas “y vamos a tratar de mejorar esa marca”.
Preguntado sobre la situación de los habitantes del campo y qué propuesta tiene la fórmula, Lacalle dijo que si bien la tendencia es que la gente de campo venga a las ciudades, “lo importante es que la gente no huya del campo. Si quiere irse tiene derecho, pero que no se vaya desesperado porque no gana lo mínimo ni tiene las mínimas comodidades”.
Si bien aclaró que el plan de gobierno no está terminado, adelantó que desarrollarán “la revolución verde, la asistencia a 42.000 predios menores de 200 hectáreas”, llevando agua y Mevir hacia el campo, “no invitando a venir al pueblo, el Mevir disperso, para que la gente, tecnología mediante, pueda multiplicar por diez su producción, prospere y se quede, porque el tejido social de la campaña es esencial”.
También se refirió a la propuesta de Larrañaga de utilizar las escuelas como centros sociales y recordó que en su gobierno, “Diprode llevó caminería y energía eléctrica al campo para mejorar la calidad de vida”.

LA MINORIDAD INFRACTORA Y LOS DELINCUENTES
Sobre la situación de la minoridad infractora y el proyecto de ley presentado --que dijo “lo tiene el Presidente de la República porque lo mandó pedir para conocerlo”-- Lacalle manifestó que su propuesta es “establecer un organismo en el cual, mediante el confinamiento, pero procurando rescatar esos menores mediante ayuda de técnicos y devolverles valores para convertirlos en ciudadanos de bien”. Afirmó que “nadie está perdido para siempre” y describió que “esos pobres muchachitos muchas veces no han tenido una familia, una palabra, un consejo, un ejemplo o un amor al lado”. Dijo que en vez de invertir 25 millones en comprar Texaco, se podría haber hecho “un instituto modelo de rehabilitación de menores infractores”.
Dijo que también debe aplicarse la ley sobre la omisión de los deberes de la Patria potestad, recordó que se recientemente se dio un caso en Paysandú y dijo que la ley está.
Reafirmó que con la delincuencia hay que tener “mano firme” y dijo que en el gobierno de Tabaré Vazquez los dos ministros anteriores tuvieron “temor o dudas en el ejercicio de la autoridad plena que tenían. Y en el Uruguay debe restablecerse el sentido de la autoridad, que cuando es legal en el origen y en el ejercicio, hay que ejercerla”.
Consultado sobre si habrá que aumentar las penas a los responsables de delitos, dijo que “no se trata solamente de las penas” y se refirió al delito como algo “complejo”, y que “hay delitos y delitos”, poniendo varios ejemplos. Como el de un joven que robe una bicicleta: “meterlo preso para que haga un posgrado de delincuencia (no sirve), creo que es mucho mejor la pena alternativa que lo obligue a ir al hospital a ayudar a limpiar”. Dijo además que “esto sale más barato, porque del presupuesto del Ministerio del Interior, el 40% se lo llevan las cárceles”.
Consideró además que no es lo mismo quien mata frente a frente, que tiene que ser sancionado, que quien es violador de niños; “ese que no vea la luz del Sol durante muchos años”, o “el que mate un policía, 30 años más 15 de medidas asegurativas, porque tenemos que defender a quienes nos defienden. Entonces no es solamente ver la pena con un solo molde. A veces hay que tratar de rehabilitar, a veces castigar. Creo que hay que aumentar las penas alternativas”, afirmó.
También se refirió a “los patoteros del fútbol”, a los que deben enviar a la comisaría una hora antes del partido hasta una hora después, sentados en el patio de la comisaría, y recordó como ejemplo el caso de los hooligans, violentos hinchas ingleses de fútbol.

LOS NUEVE MILLONES
Como algo anecdótico, preguntado si era cierto que su campaña electoral para las internas le costó nueve millones de dólares, Lacalle sonrió y dijo “qué bueno”, mientras el público exclamaba y reía. Dijo que ese dinero le daría para esta campaña, “la próxima de Jorge (Larrañaga) si la quiere hacer y otra más”.
Aclaró que no era cierto, y afirmó que su campaña “con factura a la vista”, costó “755.000 dólares con IVA, hecho por el contador Irastorza”.