Un procesado

Policiales | 12 Jul Un paciente trabajo de investigación desarrollado en los últimos días por el personal de la Seccional Segunda de Policía culminó con la aclaración de la confusa desaparición de 200 monedas de oro (libras esterlinas) desde un establecimiento rural ubicado en la zona de Lorenzo Geyres. El hallazgo de las monedas se produjo hace aproximadamente un año, cuando se inventariaba el mobiliario de la estancia para rematarlo, en tanto la Justicia dispuso el procesamiento de uno de los involucrados.
La investigación, que concluyó con la detención de tres personas, comenzó hace algunos días, cuando el personal de la referida dependencia averiguó que una persona domiciliada en la zona sur tenía en su poder un mapa antiguo de dudosa procedencia. El jueves, luego de obtener una orden de la Justicia, allanaron la vivienda y recuperaron lo que parecía ser una lámina antigua. Se trataba de un mapa con la inscripción “París-1575”, la que además ostentaba una “marca al agua”, sistema de autentificación de documentos similar a la que se utiliza en el papel moneda y sólo visible a trasluz.
Indagado respecto a la procedencia del mapa, el dueño de casa dijo habérselo comprado a un desconocido en la suma de 1.500 pesos. Además, admitió haberse asesorado a través de Internet, donde supo que mapas de menor envergadura eran comercializados en valores cercanos a los 700 euros, razón por la que decidió ponerlo a la venta en un sitio digital en la suma de 1.000 euros.
Avanza la investigación
El indagado no fue capaz de identificar a quien le había vendido el mapa y fue puesto en libertad, así que la Policía debió redoblar esfuerzos para determinar la procedencia de tan singular elemento. Finalmente, luego de obtener información confidencial, concluyó que el vendedor sería un hombre de 37 años e iniciales H.D.L.S, quien además en los últimos meses y a través de otra persona habría comercializado varias monedas de oro. Una vez detenido, relató la historia de un sorprendente hallazgo ocurrido hacía aproximadamente un año en un establecimiento rural ubicado en la zona de Lorenzo Geyres.
Según dijo, en setiembre de 2008 un rematador sanducero lo contrató para inventariar el mobiliario de una estancia, ya que todo debía llevarse a remate. Una vez en el establecimiento -dijo- se abocó a la tarea junto a un familiar del rematador, con quien movilizó varios elementos con que posteriormente debían constituirse los lotes para la subasta. En determinado momento, su compañero de tareas lo habría llamado para mostrarle algo que había encontrado. Al llegar al sitio señalado vio que se trataba de un hoyo en el suelo, en cuyo fondo descansaba lo que parecía ser un cofre. Para sorpresa de ambos -añadió- dentro del cofre había una caja repleta de monedas de oro. Dijo haber repartido el botín con su compañero y agregó que posteriormente, en otro lugar del edificio, encontró un mapa antiguo, quedándose también con él ya que no estaba inventariado. Respecto al destino que le había dado a las monedas dijo haberlas vendido en aproximadamente 2.000 pesos cada una y luego gastado el dinero.
Varios indagados
H.D.L.S fue conducido de regreso al establecimiento y allí señaló el sitio donde supuestamente habían encontrado el cofre. El encargado del lugar identificó a un matrimonio de origen alemán como propietario del establecimiento y relató que luego del remate, un familiar de los dueños llegó desde el referido país europeo para buscar unas monedas de oro que supuestamente estarían ocultas en el edificio. Sin embargo, el extranjero no encontró lo que buscaba, aunque sí recuperó un cofre vacío. Posteriormente la Policía efectuó varios allanamientos en la zona oeste de la ciudad con el cometido de hallar parte de las monedas, pero los procedimientos resultaron infructuosos. Ayer, H.D.L.S, el supuesto encargado de vender las monedas y el familiar del rematador comparecieron ante la Justicia. Uno de los supuestos autores del hallazgo dijo haber encontrado un cofre en el piso de la casa, pero aclaró que se lo había entregado al encargado del lugar. El rematador también dijo desconocer la situación y otro de los indagados admitió haber vendido 29 monedas en una casa de cambio de la zona céntrica.
Finalmente la Justicia dispuso el procesamiento sin prisión de H.D.L.S por el delito de receptación y la libertad de los demás indagados. Según determinó la Policía, cada libra esterlina desaparecida desde la estancia tiene un valor aproximado a los 132 dólares, por lo que el monto total ronda los 27.000 dólares.