Rurales | 10 Jul En el sector agrícola ya nadie duda que el trigo marcará otro récord histórico, estimándose que la superficie estará por encima de las 500.000 hectáreas. De todas formas, nadie sabe cuánto más se plantó, ayudados por el clima y por una baja de los costos de los insumos agrícolas, principalmente fertilizantes. El año pasado plantaron 480.000 hectáreas de trigo y se cosechó más de 1.200.000 toneladas, lo que marcó otro récord para la agricultura. Este año, Uruguay volverá a tener un saldo exportable importante y además, tendrá menos competencia de la agricultura argentina en los mercados, ya que en la vecina orilla el área se reducirá a la mitad de la alcanzada el año pasado, producto del desánimo de los productores frente a la política agropecuaria del gobierno de Cristina Kirchner.
Roberto Symonds, delegado de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) en la Mesa del Trigo y en el Instituto Nacional de Semillas (Inase), manifestó que “si se mantiene lo que se vino registrando durante los últimos cuatro años, con rendimientos que rondan los 3.000 kilos por hectárea, nos iríamos a 1.500.000 toneladas. Si los rindes son buenos vamos a volver a superar el récord histórico”.
El auge del cereal en las últimas campañas agrícolas no sólo se debe a que los precios son buenos y a una baja de los costos. “El trigo va detrás de la soja. Si el área sojera se sigue incrementando, también lo hará la triguera”, aseguró Symonds. Es que el grueso de las plantaciones de soja se hacen mediante el empleo de siembra directa, es decir, sin laboreo del suelo y el trigo es un cultivo incluido en las rotaciones necesarias para mantener los suelos sin daños y poder volver a plantarlos más adelante.
“La mayoría de las empresas que arriendan están haciendo un cultivo detrás del otro y el trigo calza muy bien. También se incluyen en algunos casos, cebada y avena. En lo relativo a la cebada, el área está muy acotada a los contratos que realizan las malterías y las avenas son un cultivo menor”.
PRECIOS
En cuanto a los precios, los operadores coinciden en que son rentables. “Cuando empezamos la zafra de trigo había bastantes dudas en cuanto al precio. Se comenzó manejando U$S 130 la tonelada y te diría que el último mes y medio subió e hizo un pico, llegándose a pagar U$S 272, puesto en Nueva Palmira. Hoy la tonelada ronda los U$S 270, en las mismas condiciones. Los valores a futuro están por encima de U$S 200 y las perspectivas son buenas”.
Symonds indicó que también hay que tener en cuenta el factor Argentina. “Nos hemos visto favorecidos porque Argentina no está en condiciones de cumplir con la exportación. Este año se habla de una reducción del área a la mitad, que alcanzará entre 2.500.000 y 3.000.000 de hectáreas. Es la mitad del área que se plantó el año pasado, que ya estaba en baja”, aclaró el empresario.
La política agropecuaria argentina está provocando que los agricultores bajen sus áreas, pero también la sequía hizo lo suyo en la reducción de la superficie. Y la incertidumbre argentina impulsa los precios hacia arriba y posiciona mejor a Uruguay.