Paysandú, Viernes 17 de Julio de 2009
Rurales | 10 Jul La construcción de un sistema con certezas y una estrategia de largo plazo son los caminos que el director de Información y Análisis Económico del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Pablo Caputi, considera relevantes para nuestro país en función de los vaivenes de la crisis internacional. El profesional ofreció una charla sobre “El Uruguay pos crisis”, y en ese marco subrayó los aspectos que INAC impulsa diariamente: trazabilidad, marca país y marketing agresivo.
En ese sentido esta semana abrirá el nuevo espacio uruguayo en el restaurante Gourmet Natural de Algarve, Portugal. En el “Rincón Uruguay” estarán presentes los cuatro elementos de nuestra producción natural: cielo, agua, sol y pasto, como reza la gacetilla de prensa de INAC. La producción de este espacio es parte de los esfuerzos en la promoción de la marca país, como una de las herramientas para el crecimiento del sector.
Además de la marca país, INAC establece que un marketing agresivo y el desarrollo de los planes de trazabilidad son importantes para conformar un sello propio que además, se constituya en sinónimo de la marca “Uruguay”.
Los productores ganaderos agrupados en la Sociedad de Fomento de Cerro Largo invitaron al director Pablo Caputi para disertar sobre estos aspectos y analizar la crisis financiera. Sintetizó su diálogo en cuatro aspectos importantes para el sector cárnico.
En primera instancia sostuvo que “nuestro país vivió otra coyuntura crítica profunda hace poco, que comenzó en 1999 y tuvo su peor momento en 2002. Sin embargo, encontró diferencias importantes. Por la estructura productiva de Uruguay, nos afectan con mayor potencia otros factores económicos que no están ligados a los contextos internacionales; en cambio, problemas locales como la aftosa o la sequía, nos golpean más duro que esta crisis financiera”, acotó.
Por otra parte, señaló que Uruguay “aprendió lecciones importantes para salir de la crisis, como por ejemplo, el tamaño de su plaza financiera”. Ahora, complementó, “nuestra plaza es más pequeña y posee otras formas para conceder créditos. Además, el mercado de acciones uruguayo no tiene una relación estrecha con los mercados de valores internacionales y por lo tanto, las crisis uruguayas no están necesariamente vinculadas a las crisis internacionales o viceversa”.
Alimentos
En el sector “alimentos” los efectos del crack no se observaron con la misma fuerza que en otros rubros, como el turismo. “Esto se nota en países como España, que es altamente dependiente del turismo y los datos sobre desempleo reflejan una crisis importante”, dijo Caputi.
“Nuestro turismo es de origen regional y vive al compás de los acontecimientos del continente, que no expresó una caída tan importante en los resultados económicos”. La región “está zafando de la crisis. Nadie prosperará enormemente, pero los impactos son asimétricos respecto a Europa o Estados Unidos”. Esta situación se debe a que las personas “prescinden de gastos suntuarios, pero jamás de alimentarse. Por eso el sector alimentos no está tan afectado”.
Desventajas
La ganadería posee desventajas relativas “si la comparamos con otros rubros alimenticios”. Caputi dijo que “en especial sobre la formación de expectativas en los precios. Los inversores en granos son capaces de formarse una idea sobre la situación del mercado y es capaz de proyectar rápidamente en el corto, mediano y largo plazo. Frente a los granos, el sector cárnico tiene problemas para conocer a fondo las perspectivas del mercado, especialmente la formación de precios en la hacienda, el ganado gordo y los terneros, o los precios de exportación”.
Esto son riesgos a considerar para Caputi, “sobre todo en un sector que tiene mucho más para ofrecer”, subrayó. Si el mercado uruguayo “entiende que esto es un problema”, acotó el director, como próximo paso, “deberemos pensar que nuestro país llegó a una posición excelente en materia de calidad dentro de los mercados mundiales. Perder esta consideración en el mundo porque faltan algunas piezas, podría ser dramático”, reflexionó.
Como solución a estos inconvenientes, desplegó algunos caminos para solucionarlos.
Por ejemplo, observa que la inexistencia de mercados de futuro para la hacienda es un problema. “El productor agrícola - ganadero conoce el precio de la soja de aquí a un año; pero el productor ganadero no sabe los precios que podría obtener con la cría y esto es grave en los precios de los terneros, que están en baja. Un camino podría ser la firma de contratos o más difusión y con mayor calidad en la información ganadera, o la formación de un mercado de hacienda”.
DesafÍos
En otro aspecto se refirió a los desafíos, pensando en el momento de despegue en la crisis mundial. “Nuestro país ya alcanzó una reputación importante: con la trazabilidad encontró una tarjeta de presentación muy valiosa, en un momento ideal; consolidar la marca país se constituye en un paso vital y necesario; con un marketing más agresivo, se alcanzaría una presencia mayor en los mercados destinos de nuestras carnes”.
Antes “los agentes del mercado compraban lotes de carne nacional, que las vendían en otros paquetes de carnes con origen diverso”. Ese tipo de negocio está bien para el agente “pero debemos pensar si esto nos sirve como estrategia país”, enfatizó. “Hoy en día tenemos una calidad alimentaria exportadora muy relevante, pero debemos encontrar las maneras de capitalizar este logro”.
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