Locales | 13 Jul La generación de electricidad por biomasa y por energía eólica presentan características distintas y tampoco hay equivalencia en las potencias, debido a que cuando se instala una potencia en biomasa, ésta queda disponible prácticamente todo el año, en tanto en el caso de la eólica se admite que hay períodos en que por ausencia o exceso de vientos esta energía no está disponible, lo que reduce la magnitud real de la oferta, precisó el Ing. Miguel Fraschini, presidente de la Asociación de Generadores Privados de Electricidad del Uruguay.
El empresario expuso que “debemos destacar la enorme diferencia que existe entre la modalidad de expresar potencia en biomasa y la de hacerlo en eólica. En general, se escucha que alguien dice que se van a instalar 500 megavatios de renovables y se mezcla eólica con biomasa, aunque no es lo mismo. Cuando hablo de biomasa me estoy refiriendo a una potencia que puede generarse en un poco más del 90% del año. La energía eólica se genera entre determinadas velocidades de viento, a pesar de que la mayorí­a de la gente cree que a mayor cantidad de viento más energía se genera, pero eso no es así­. Lo cierto es que los generadores eólicos producen entre una velocidad mí­nima y una máxima y tienen un factor de utilización que, en general, en nuestro paí­s es muy bueno. La central que ha instalado UTE tiene un altí­simo factor de utilización comparado con los niveles mundiales, ya que está por encima de 0,40. España tiene un promedio de 0,25, lo que quiere decir que se genera energí­a uno de cada cuatro dí­as. Si bien se genera durante una cierta cantidad de horas, el rendimiento es el equivalente a un dí­a cada cuatro. Por lo tanto, cuando hablo de una central eólica de 100 mega, en realidad puedo contar con 25 en forma relativamente continua. Esto hay que tenerlo en cuenta cuando se habla del total de potencia de energí­a renovable que se va a instalar, porque no es lo mismo eólico que biomasa”.
Paralelamente sostuvo que “hoy en dí­a, la contradicción que se da es que el Uruguay está generando a determinados valores con combustibles fósiles o importando a cierto precio el megavatio/hora, cuando podrí­a generarse otro tipo de energí­a en el paí­s a valores iguales o inferiores”.
“Las tarifas que han surgido de las licitaciones de UTE sitúan a la biomasa con precios del orden de los U$S 80 o U$S 90. Eso es viable si uno es dueño y produce la biomasa, pero si la tiene que comprar, seguramente, los precios serán un poco más elevados”.
“En Uruguay hay mucha biomasa, pero no toda está fácilmente disponible”, evaluó. “Hay todo un abanico de posibilidades en cuanto a la utilización de la biomasa, desde los residuos de los aserraderos, que son los más baratos y fácilmente disponibles, a empezar con procesos de recolección de residuos de cosechas o de podas, como así­ también plantar especies con fines energéticos, todo lo cual, sin duda, da un potencial mucho mayor de generación. Pero el precio no será de U$S 80 o U$S 90, sino que tal vez sea de US$ 110 o US$ 120”, explicó Fraschini.