Opinion | 15 Jul La visita a Uruguay del presidente boliviano Evo Morales, más allá de solidaridades y afinidades ideológicas entre los gobiernos, que pasan y se alternan por decisión popular, conlleva en cambio el simbolismo profundo de la solidaridad entre pueblos hermanos, que es lo que realmente importa.
A la vez, la presencia del mandatario del país del altiplano ha puesto de relieve una vez más lo mediterráneo de Bolivia, que perdió su salida al mar en una guerra fratricida con Chile en la que intervino también Perú, y sin que pudiera rescatar la posibilidad de acceder al Pacífico en el marco de una negociación que guarda resabios de aquel conflicto, por lo que se hace muy difícil concretar acuerdos.
La Hidrovía Paraguay - Paraná es una alternativa valedera ante esta carencia y por esta vía natural salen en barcazas minerales y producciones agrícolas de una vasta zona de ese país, para la exportación a través de los puertos de Nueva Palmira y Montevideo, tema que es precisamente uno de los principales motivos para la visita de Morales.
Al mismo tiempo este condicionamiento del país hermano pone de relieve una vez más la importancia de contar con el transporte fluvial para posibilitar la salida de mercaderías de gran volumen y bajo valor relativo, como es el caso de las materias primas bolivianas y producciones como los granos y la madera en nuestro país.
Precisamente Uruguay no ha aprovechado durante décadas el instrumento logístico que constituyen los puertos del río Uruguay y en cambio se ha priorizado el transporte carretero hacia el embudo montevideano, con epicentro en su puerto.
Actualmente la Administración Nacional de Puertos está encarando acciones muy positivas para reactivar el transporte fluvial, pero luego de muchos años de su postración no resulta fácil cambiar la pisada para iniciativas productivas que han conformado una estructura propia para movilizar su producción exclusivamente por carretera.
Es de esperar que el empuje privado finalmente determine que se tenga en cuenta esta posibilidad, y apueste al transporte multimodal para potenciar la producción, para que nuestro país haga el mejor uso posible de las ventajas comparativas de que le ha dotado la naturaleza.