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Rurales | 20 Jul La Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) difundió los resultados de la “Encuesta agrícola invierno 2009”, en la que además del notorio liderazgo de la soja en los cultivos de verano se destaca la producción estimada de más de 4.700 toneladas de sorgo granífero, la más alta de los últimos diez años y la confirmación de que el área de trigo superará las 500.000 hectáreas.
La producción esperada de soja supera el millón de toneladas constituyéndose en un récord histórico, al aumentar el área cerca de 20% con relación a la campaña anterior consolidándose una década de crecimiento ininterrumpido para el cultivo.
En el informe se señala que la superficie sembrada con cultivos de verano fue estimada en 788.400 hectáreas, ubicándose en un nivel notoriamente inferior a la intención de siembra reportada por los productores en la primavera pasada que fue de 914.000 hectáreas. Este incumplimiento se debió fundamentalmente a la sequía, la que también afectó negativamente el rendimiento de las chacras sembradas. A pesar de ello la siembra de esta campaña estival supera en 25% a la del año anterior. La soja, que explica casi las tres cuartas partes de los cultivos de verano, alcanza una producción estimada récord fundamentalmente por la expansión del área, puesto que el rendimiento obtenido de 1.780 kilos por hectárea es similar al de la zafra pasada y se ubica por debajo del promedio de la última década.
Girasol
El área de girasol superó las 55.000 hectáreas, 61% más que la de la zafra anterior, ubicándose en un nivel que no se alcanzaba desde la campaña 2005/2006. Sin embargo, los rendimientos fueron los más bajos logrados desde la cosecha 1999/2000, ubicándose en 918 kilos por hectárea. Esto determinó que, a pesar de la considerable expansión del área, la producción total de girasol resultó similar a la del año 2008.
Granos forrajeros
El informe de la DIEA advierte que si bien la reducción del área sembrada respecto a la intención reportada anteriormente se dio en todos los cultivos, la misma fue especialmente marcada en el caso de los granos forrajeros, maíz y sorgo.
Muy probablemente esto se haya debido a que la situación de sequía haya inducido a muchos productores a destinar a pastoreo o ensilaje, áreas sembradas originalmente con destino a la cosecha de grano seco, según sostiene el informe. A pesar de ello, el área de maíz totalizó 87.500 hectáreas y es la más alta de la última década. El nivel de productividad de este cultivo, uno de los más afectados por la sequía, fue de 3.085 kilos por hectárea y hay que remontarse al año agrícola 1999/2000 para encontrar una cosecha con rendimiento medio inferior al obtenido esta zafra.
En el caso del sorgo la siembra supera en un 80% a la del año pasado y pasa las 68.000 hectáreas. Este cultivo resistió muy bien la sequía, produciendo rendimientos elevados en términos históricos y aportando la mayor cosecha de los últimos diez años.
INVIERNO
La intención de siembra total de cultivos de invierno es de 711.000 hectáreas, lo que implica un aumento del orden del 14% con respecto a la zafra anterior.
El aumento en el área de invierno se debe casi totalmente a la expansión del cultivo de trigo, con una siembra estimada en casi 544.000 hectáreas, lo que constituye el mayor registro desde la zafra 1976/1977.
VERANO
En el informe también se incluye un anticipo de lo que podría ser la siembra de cultivos de verano para la zafra 2009/2010.
En ese sentido, DIEA sub-raya en su informe de acuerdo con la intención de siembra, el área a sembrar con cultivos de verano para el año agrícola 2009/2010 fue estimada en 894.700 hectáreas, un 13% más que la actual campaña. Con la base de estas estimaciones preliminares se registrarían aumentos de área en maíz, sorgo granífero y soja y una considerable reducción en la siembra de girasol.
Gran área de trigo
El trigo va detrás de la soja y a medida que se expande la oleaginosa, también crece el cereal, que es usado en las rotaciones agrícolas.
Según la encuesta de la DIEA, el aumento en el área de cultivos de invierno está justificado, casi en su totalidad, por el crecimiento del trigo. Los operadores estimaban que se superarían las 500.000 hectáreas y se llegó a 544.000 hectáreas, que es el mayor registro alcanzado desde 1976/77.
La mayoría de las empresas agrícolas que están arrendando campo, hacen un cultivo detrás de otro y el trigo, junto con la avena y la cebada, calzan a la perfección dentro del paquete de rotaciones.
Si los rendimientos trigueros registrados en los últimos cuatro años se mantienen, se podrían alcanzar más de 1,5 millones de toneladas del grano, lo que le permitiría aprovechar en el mercado el espacio que dejaron los agricultores argentinos. En el vecino país el área se achicó todavía más.