Deportes | 20 Jul Un 18 de julio, pero de 1944, Paysandú y Salto jugaron el primer encuentro clásico de fútbol, pero con selecciones del fútbol de ascenso. El partido, disputado en lares naranjeros con victoria del local por 2 a 1, todavía resuena en el recuerdo de Antonio Juan, uno de aquellos jugadores que vistieron una particular camiseta en representación de Paysandú.
“Aquel fue el primer combinado de la B. Practicábamos en la sede de Nacional, que estaba en Uruguay entre Independencia y Misiones, e íbamos a la cancha de Lavalleja, donde se jugaba la Liga de los Barrios y hoy está la plaza. Ahí practicamos también”, dice Antonio Juan (88), quien recuerda que “yo vivía en Ruta 3, donde está el monumento a Batlle, pero alquilé una casa en Independencia y Charrúas porque me quedaba más cerca. Practicábamos y después veníamos a la sede de Misiones, donde hacían la churrasqueada”.
Un año antes se había resuelto la formación de la principal divisional de ascenso, designándose una selección para jugar aquel amistoso histórico ante el combinado del ascenso salteño.
El técnico nombrado fue R.Volpe (A. Acosta fue el equiper), quien tras confirmarse la disputa del partido convocó a Artigas Sarli (golero de Nacional), Justo Etchecopar (Estudiantil), Antonio Juan (Misiones) Ramón Reyes (Estudiantil), Cirilo Collazo (Miramar), Raúl Salles (Liverpool), Héctor Pontillo (Estudiantil), el capitán Héctor Pasarello (Miramar), Oscar Gutiérrez (Miramar) y Carlos Burgos (Sportivo Militar).
“En esa época había muchos cuadros de la B. Nos citó el técnico de Nacional, pero el problema para practicar era que no teníamos camisetas. Pero yo tenía amistades en Montevideo, y Misiones nos mandó 18 camisetas de regalo, de rayas negras, blancas y rojas. Yo era muy amigo de la comisión, siempre fui el capitán de Misiones acá, por lo que le me dieron permiso para ir a jugar a Salto con esas camisetas que eran del club. Y fui a lo de Schneider, hincha de Misiones que tenía una tienda que estaba en 18 e Independencia, y nos regaló 18 buzos, con los que jugó Misiones y salió campeón acá”, recordó Juan.
Así, el plantel se trasladó en la mañana del 18 de julio de 1944 a Salto en tren, para alojarse en el Hotel Biazzetti.
El resultado de ese primer enfrentamiento clásico entre Paysandú y Salto pero con selecciones del fútbol de ascenso no fue positivo para los sanduceros, pero quedaron anécdotas imborrables. “Fuimos en tren y recuerdo que a la vuelta nos apedrearon. Armentano hizo un gol de media cancha… nos dieron una movida bárbara y encima nos apedrearon a la vuelta”, dice el ex futbolista.
Era otra época, otro fútbol. “Antes teníamos de todo, no nos faltaba nada y nunca había problemas. Siempre andábamos juntos, y recuerdo que íbamos todos a lo de Cerini a comprar los refuerzos por dos vintenes, en papel de astrasa”, rememora Juan a 65 años de aquel histórico partido.