Deportes | 24 Jul Por más trillado que parezca, puede decirse que lo dado a conocer anoche por el Paysandú BBC es la crónica de una muerte anunciada, aunque cueste asimilarlo. Tras dos primeras Ligas exitosas, el equipo profesional sanducero fue cayendo año a año. Y en 2008-2009, que bien pudo haber significado el fin de la historia, se salió a la guerra sin las armas necesarias. Pero podía más el amor propio, el querer no fallarle a la gente.
Así se logró poner al equipo en la cancha, pero con un precio demasiado caro: sufriendo demasiado en lo deportivo, y por ende en lo económico, agravando una situación que ya venía complicada. Los números en rojo fueron cada vez más, a la promesa de la Federación Uruguaya de darle alojamiento y comida a la delegación en cada viaje a Montevideo se la llevó el viento, y poco a poco, ante el sufrimiento permanente en el rectángulo de juego, muchos sponsor armaron la valija.
Por eso, la preocupación finalizada la sexta edición de la Liga Uruguaya fue enorme. No solo porque había que transformar números rojos en azules, sino porque había que comenzar a delinear la versión 2009-2010 del Paysandú BBC.
Pero el panorama no era el mejor. La participación de las últimas Ligas, lejos de lo sucedido en aquellas dos primeras que terminaron por marcar a fuego el futuro de la institución, terminaron por hacer cerrar muchas puertas. Y quedó a la vista que fueron demasiadas.
Anoche, luego de luchar hasta pocas horas antes afinando números, los dirigentes terminaron por admitir la realidad: Paysandú no podía, con menos de la mitad del presupuesto imaginado en primera instancia, presentar un equipo competitivo. La idea era contar con 200.000 dólares y solo se había conseguido algo menos de la mitad. Para colmo, los pedidos de sponsorización presentados en Montevideo dejaron en claro que para el Interior todo, y en el deporte que sea, es prácticamente un suicidio ser profesional con posibilidades.
Y pese a que costó tomar la decisión, tanto que se mantenía la esperanza de un milagro hasta último momento, los dirigentes anunciaron que Paysandú vivirá de afuera la séptima Liga Uruguaya. La decisión parece ser la acertada, y se cortará en las próximas horas demasiada tela intentando analizar el por qué. Pero pensando en el futuro, está claro que será un muerto difícil de levantar.