Locales | 23 Jul Un año después de inicio de la experiencia de clasificación en origen de residuos domiciliarios, la Intendencia estima que apenas un 10% de los hogares sanduceros se ha sumado a esta iniciativa ambiental que propone sacar a la vereda los residuos en bolsas separadas según se trate de de desechos orgánicos o inorgánicos o reciclables.
La iniciativa se inscribe en el marco del programa “Paysandú, querela limpia”, iniciado en julio de 2008, que apunta a “generar cambios de hábitos en la ciudadanía promoviendo un ambiente más saludable y sustentable, que redunde en una mejor gestión de los residuos sólidos urbanos y el cuidado de los espacios y bienes públicos”, según explicó a EL TELEGRAFO el director municipal de Higiene, doctor Eduardo Américo.
El referido programa incluye no solo la clasificación voluntaria en origen, sino también la instalación de puestos de entrega voluntaria de residuos domiciliarios. Otros componentes instrumentales del programa consisten en la instalación de papeleras en el centro de la ciudad, la participación de privados, actividades de comunicación ciudadana, la optimización del servicio telefónico “Marque Limpieza”, el barrido de la ciudad, programas de desinfectación contra el Aedes aegypti y la desratización, limpieza de áreas verdes, controlar y sancionar a los propietarios de animales sueltos, castración de perros y la estricta aplicación de la Ordenanza Municipal de Limpieza Pública mejorando los controles de terrenos baldíos, vertido de aguas servidas a la calle, disposición de residuos en la vía pública y ocupación de veredas.
“Estamos acostumbrados a cuidar lo que realmente queremos, nuestra casa, pertenencias y bienes pero estamos trabajando para crear también un sentido de pertenencia de la ciudad, considerando que como es nuestra la vamos a querer y cuidar”, añadió el jerarca municipal.
CAMBIAR HáBITOS
LLEVA TIEMPO
Si bien Américo no se de-salienta ni desde la Intendencia se evalúa como un mal resultado el porcentaje de 10% de hogares que clasifican residuos domiciliarios, el jerarca dijo que “hay que ser realistas”.
“Tenemos tan solo un 10% de vecinos que se ha sumado a la separación de residuos en bolsas diferentes. No es el resultado que hubiéramos querido, pero de entrada sabíamos que todo cambio de conducta cultural lleva mucho tiempo. Pensamos que esto tiene que seguir con vistas a que con el paso del tiempo la gente se adhiera”, dijo el titular de la dirección municipal de Higiene. “Esto exige todo un acostumbramiento del vecino a hacerlo porque durante décadas no lo hemos hecho. Somos conscientes que ese cambio de hábitos llevará años y debemos tener mucha paciencia”, agregó.
Por otra parte, señaló que el referido porcentaje es comparable a lo que sucede en algunos lugares de la Unión Europea. “España tiene un 10% de clasificación y reciclaje de residuos así que las cifras nuestras tampoco están tan alejadas de esa realidad. Ocurre que a la gente no solo le cuesta cambiar de hábitos sino que cuida más lo que siente como suyo y al ambiente le cuesta sentirlo como propio”, opinó.
EN BOLSAS SEPARADAS
La propuesta de clasificación de residuos domiciliarios de la Intendencia es sencilla: solo se le pide a los vecinos que coloquen en bolsas separadas los desechos “orgánicos” –restos de comida— y los “inorgánicos” que pueden ser reciclables, tales como papel, cartón, plástico, vidrio, metal y textiles.
Para esto se cuenta desde el principio con el apoyo de los supermercados, que están entregando a sus clientes bolsas de nailon verdes para colocar allí los residuos “orgánicos”, aunque los funcionarios municipales que trabajan en la recolección y los clasificadores urbanos han constatado que, en forma mayoritaria,  no se utilizan con ese fin específico.
“Proponemos la bolsa verde para los residuos “orgánicos” y la bolsa común para lo reciclable pero lo más importante es que se haga la separación de los desechos domiciliarios. Aún si no se utiliza la bolsa verde para los “orgánicos”, lo importante es que éstos no se mezclen en la misma bolsa que los reciclables”, dijo.
Aunque en Paysandú aún no hay recolección selectiva el hecho de disponer los residuos en bolsas separadas facilita la tarea de selección que realizan los carritos que pasan antes del recolector. Los clasificadores que utilizan ese medio de transporte buscan el material reciclable para comercializarlo y algunos llevan los residuos “orgánicos” para alimentar animales.
También señaló Américo que las bolsas prácticamente no se rompen dentro del camión recolector y al llegar al relleno sanitario los clasificadores que allí trabajan igualmente identifican el material reciclable del “orgánico” aunque se ponga lo “orgánico” en una bolsa blanca y no en una verde.
PUESTOS DE
ENTREGA VOLUNTARIA
La comuna también ha establecido Puestos de Entrega Voluntaria (PEV) para residuos reciclables, los que están ubicados en los supermercados Hipercentro y SuperStar y las direcciones de Vialidad y Servicios de la Intendencia.
“El puesto de entrega voluntaria del Corralón Municipal está funcionando de manera excelente y debe ser recambiado todos los días, incluso hasta dos veces por día”, dijo el director de Higiene. Allí se cuenta con la colaboración del personal de vigilancia del lugar, que supervisa que los residuos que se depositan allí sean reciclables, no permitiéndose ni escombros ni maleza.
Este puesto también es utilizado por los comercios céntricos para depositar sus residuos. “En la tardecita, las calles céntricas de la ciudad se llenaban de residuos comerciales voluminosos y debimos hacer boletas de advertencia porque esos comercios estaban infringiendo la norma de limpieza pública. Gracias a esa campaña y al brindarles la solución de los puestos de entrega voluntaria la situación cambió muchísimo”, explicó.
No obstante, dijo que “cada tanto se necesita que los inspectores vuelvan a advertir porque si no se controlan estas cosas no siempre se mantienen”.