Rurales | 24 Jul Considerada una muy interesante actividad, con participación de más de un centenar de personas, se desarrolló ayer en Durazno una reunión que permitió intercambiar ideas y evaluar la situación de la campaña contra la brucelosis bovina que se desarrolla en nuestro país. En un extenso pero fructífero intercambio de opiniones, los productores, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y los veterinarios privados plantearon sus posiciones y mediante talleres que comprendieron aspectos zonales dejaron establecidas la situación de cada una de ellas.
Técnicos de la Dirección General de Servicios Ganaderos explicaron las claves para detectar la enfermedad en el predio, pero la discusión se centró en un informe elaborado por el consultor chileno Vicente Astudillo. El documento presentado por el destacado epidemiólogo hace un análisis de los logros y recomienda algunas acciones hacia el futuro.
El doctor Roque Almeida, representante de la Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) en la Comisión Nacional Honoraria de Sanidad Animal (Conahsa), mencionó a EL TELEGRAFO que se plantearon varios temas referidos a la brucelosis, entre ellos el reclamo de mayor protagonismo, el aumento de los sangrados que efectúa el Ministerio para detectar los animales que son portadores de la enfermedad y no tienen síntomas, y buscar mejorar la campaña sanitaria.
Fue planteada “una mayor celeridad, mayor disponibilidad de recursos para la campaña en cuanto al personal técnico, recursos materiales, financieros, atendiendo todas las situaciones de los focos y perifocos en tiempo y forma, además de supervisar el cumplimiento de las medidas posteriores, como la vacunación y revacunación en las zonas problemas”.
Reconocen que la situación actual, “de acuerdo a los datos oficiales, ha evolucionado bien. Según el MGAP, en algunas zonas del país, como las lecheras de San José y Colonia, la campaña ha funcionado muy bien de acuerdo a lo que nos han comentado técnicos de la zona, reduciéndose en forma notable el número de focos y de animales enfermos”.
No sucede lo mismo en otros departamentos, “fundamentalmente en zonas de forestación, donde los productores sienten más el problema y hay más reticencia al sangrado y a denunciar la enfermedad por los problemas que generaría en zonas ganaderas, porque se traba la comercialización y el movimiento de animales”. Respecto a la situación en nuestro departamento, Almeida reconoció que en Paysandú “hay seccionales que están complicadas, pero creo que también se ha cumplido con la normativa, tanto en sangrados, como eliminando los positivos y encontrándose cada vez menos animales”.
Postura
La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU) mantuvo la determinación de ir hacia la erradicación de la brucelosis bovina, pero “dándole la mayor participación posible a la profesión veterinaria (a los profesionales privados) en la parte de campo y el servicio oficial deberá cumplir a plenitud su condición de policía sanitaria”, manifestó el doctor Recaredo Ugarte.
La postura de que el MGAP ejerza una mayor potestad de su condición de policía sanitaria, para controlar incluso a los ganaderos que no hacen las cosas bien, también es la aspiración de los productores.
La campaña contra la brucelosis bovina muestra prevalencia de 0,26% a nivel de la población bovina y 1% a nivel de establecimientos.
Uruguay no solo hace sangrados para el ganado lechero, sino también un monitoreo al azar en los frigoríficos.