Locales | 31 Jul De acuerdo a un estudio dado a conocer por la Universidad Católica, elaborado para la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, la producción informal en Uruguay llega al 36,9% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que ubica al Uruguay entre los países con los niveles más altos de la región. De acuerdo a este reporte la escasa productividad y la carga impositiva determinan que esta cifra llegue a unos U$S 14.000 millones anuales, según el informe elaborado por el Grupo de Investigación sobre Empleo de la Universidad Católica.
Actualmente Uruguay registra cifras récord en la región respecto a la actividad informal, que de ser un 5,7% del PBI total a fines de los años `60, ha tenido un incremento de tal magnitud que alcanza casi el 37%, según el estudio.
Paralelamente se da cuenta que la baja de cada punto porcentual en el informalismo le significaría al Estado incrementar su recaudación en U$S 40 millones y se propone una serie de medidas para disminuir la actividad no formal, como generalizar el IVA, crear juzgados especializados en temas tributarios, entre otros aspectos.
En América Latina, las estimaciones señalan que el informalismo se ubica en promedio en 29,7% del PBI, con casos como el de Chile donde llega solamente el 16,3% de su PBI total o el 12,9% registrado en los países de la OMC (Organización Mundial de Comercio).
El documento señala que el informalismo en Uruguay tomó un nuevo impulso en los últimos años, ya que tras una fuerte caída de cuatro puntos en el año 2000 que lo llevó al 30,6%, --en 1999 estaba en el orden del 34%-- retomó el crecimiento hasta llegar al 36,9% a 2007.
Entre las actividades que contribuyen a la producción informal están por un lado las de baja productividad que no están en condiciones de enfrentar los costos de la formalización, mientras que por otro lado figuran las que actúan de forma ilegal o cuasi-ilegal como la evasión, contrabando, narcotráfico, lavado de dinero, entre otras.
El estudio establece que las viviendas particulares, los puestos callejeros y el trabajo a domicilio generan la mayor cantidad de actividad informal, siendo la construcción y los servicios domésticos y una porción importante del comercio, restaurantes y hoteles donde está el mayor porcentaje de evasión. Tomando en cuenta la ocupación, los cuentapropistas sin local son los que presentan mayor porcentaje de informalidad (93,6%), seguidos de los cuentapropistas con local (66,8%), los miembros del hogar no remunerados (63,4%) y los trabajadores asalariados (28,7%).
La recaudación potencial por IVA a lo largo del año pasado fue de $ 86.199 millones en términos corrientes (U$S 4.117 millones) y la efectiva fue de $ 68.418 millones (U$S 3.267 millones), lo que lleva a que la evasión haya sido de $ 17.781 millones (U$S 849 millones), es decir, una tasa de 20,6% de la recaudación potencial, según una estimación de la evasión en el IVA de la DGI.
La menor evasión del IVA que se dio en 2008 permitió, a su vez, duplicar lo perdido por las modificaciones hechas en la reforma tributaria al eliminar el Cofis y disminuir las alícuotas de IVA básico y mínimo.