Locales | 31 Jul En el mojón 410 de la ruta nacional 3 se levanta un complejo Mevir que desde hace unos ocho años da vida a Queguayar. Son 41 viviendas y un salón comunal que reagruparon a familias de la zona de Parada Queguay y pueblo Araújo. Como otros tantos centros poblados del interior rural sanducero, la escuela es el lugar de referencia permanente para los pobladores.
La Escuela 78 de Queguayar es muy fácil de identificar, ya que se encuentra a escasos metros del tenido asfáltico. Al establecimiento concurren alrededor de 48 alumnos de inicial a sexto, atendidos por dos maestras --Raquel Amarillo (maestra directora) y Magalí Acosta-- y dos auxiliares, una de ellas financiada por Primaria y otra por Comisión de Fomento.
La cantidad de niños fluctúa de acuerdo al movimiento de las familias, ya que al cambiar de trabajo sus padres se mudan con frecuencia a otros centros poblados. De hecho, este año dos niñas se trasladarán a la escuela de Araújo, porque sus padres obtuvieron trabajo en establecimientos cercanos a ese pueblo. El niño que concurre desde más lejos vive a unos veinte kilómetros.
Todos los meses en el centro escolar se realizan actividades sociales para recaudar fondos y así poder financiar el mantenimiento del local y enfrentar los compromisos económicos. En tal sentido, se prevé en poco tiempo más hacer el mantenimiento del sistema eléctrico.
Una de las tareas más destacadas de los últimos tiempos ha sido la creación de un grupo de madres que elabora el pan que se consume en la escuela. También un hecho a destacar es el trabajo que las madres han efectuado a través del ordenamiento de todo el archivo y la documentación de la escuela, recuperando a su vez la biblioteca y creando un ámbito para los niños y los maestros. A través del Presupuesto Participativo los alumnos acceden a talleres de manualidades a cargo de la profesora Elvira Pérez.
La escuela tiene 55 años y anteriormente estuvo en otros dos lugares. Su origen data de 1955 y tuvo su mayor registro de matrícula en 1960, cuando asistían a ella 90 niños. El período 1985 hasta 1995 fue el de menor inscripción, con un promedio de 25 alumnos.
Las expectativas de estudio para cualquiera de los gurises que desee y pueda continuar con una carrera son varias. Una de ellas es el liceo rural de Constancia, otra la Escuela Agraria en Alternancia de Guaviyú, el Liceo de Quebracho. Pero a la vez, al encontrarse a escasos metros de una de las rutas más importantes del país y contar con transporte en forma casi permanente, les posibilita viajar a Paysandú y estudiar en cualquiera de los liceos de la ciudad.
La Rinconada, María Blanca, María Marta, Santa Carolina, La Juanita, La Armonía, La Vanguardia y El Tropezón son las estancias del entorno, que los vecinos toman como referencia para ubicar territorialmente ciertos lugares. Queguayar y alrededores cuenta aproximadamente con unas cien familias. El nivel socioeconómico del paraje es medio bajo, con familias por lo general bien constituidas. La producción que se genera en la zona es básicamente agrícola, con plantaciones de girasol, trigo, soja y forestación.
Según pudimos interiorizarnos, algunos comentarios afirman que en el futuro se construirá un nuevo complejo Mevir, ya que varias familias viven en los mismos establecimientos rurales donde trabajan. La posible obra tiene varios destinos de construcción, al menos en el comentario popular. Mientras algunos hablan que se levantará contiguo al existente, otros afirman que será al otro lado de la ruta, hacia el este, mientras que otros no descartan que sea a unos tres kilómetros.