Locales | 09 Ago Más allá de la crisis coyuntural por el cierre de mercados, se abre un panorama difícil para el sector textil a partir del próximo año, a pesar de los subsidios que ha recibido en los tres últimos años esta área de actividad.
Entre otros aspectos negativos, se ha registrado un deterioro de la competitividad de los textiles, que no ha podido ser revertida con las medidas específicas adoptadas al presente, y en todos los casos hay un alto porcentaje de empleados en el Seguro por Desempleo, que en el caso de Paylana llega a unos 170 trabajadores, es decir casi el 30 por ciento de la plantilla laboral.
Los plazos estipulados por el subsidio establecido en la Rendición de Cuentas de 2006 vence en diciembre de este año, y de acuerdo con los anuncios del Poder Ejecutivo, no serán ampliados. Con estos recursos se apuntó a promover la inversión en maquinaria, el desarrollo de nuevos mercados y el mejor desempeño en la exportación, pero los empresarios textiles y de la vestimenta han expresado que sigue manifestándose el déficit en la competitividad respecto a países productores en gran escala.
Según lo manifestado por el presidente de la Asociación de la Industria Textil del Uruguay, Norberto Cibils, las empresas “apenas se han podido ir manteniendo, pero ahora se termina el subsidio y hay aumento de los costos reales”. Puntualizó que a partir de la crisis internacional se agravó la recesión que ya padecía el sector, por lo que las exportaciones bajaron un 36 por ciento en los tejidos y un 35 por ciento en los tops de lana.
A la vez se ha reducido promedialmente en un 20 por ciento el personal ocupado en el sector, como consecuencia del deterioro de las condiciones de funcionamiento, con una capacidad ociosa que hace que aún haya un mayor incremento en los costos de producción, apuntó el empresario.