Cr. Alvaro Cernicchiaro

Locales | 06 Ago La actuación de los inspectores de la Dirección General Impositiva es muy cuestionada por varios comerciantes de Guichón, y seguramente también de otros lugares del departamento, incluyendo a la capital sanducera, pero debe tenerse presente que hay una diversidad de situaciones entre las empresas, por lo que no pueden generalizarse conceptos, destacó el Cr. Alvaro Cernicchiaro, asesor de empresas de nuestro medio, al ser consultado por EL TELEGRAFO sobre el tenor del entredicho.
Como se indicara a través de artículos en nuestro medio periodístico y en la consideración del tema en la Junta Departamental, varios comerciantes de Guichón han expuesto su fuerte disconformidad ante la actuación de inspectores de la DGI, que han cobrado multas que sostienen son imposibles de absorber, en base a situaciones que no responden a la realidad, a la vez de actuar con arrogancia y “prepotencia” en muchos casos.
Cernicchiaro evaluó al respecto que desde hace tiempo los inspectores se han centrado en el empresariado de Paysandú, y consideró que en gran medida los funcionarios suelen aplicar coeficientes sobre la rentabilidad de las empresas que no se condicen con la realidad, pero advirtió que no pueden medirse todas las situaciones con la misma vara, por cuanto hay una diversidad de escenarios entre empresas respecto al grado de cumplimiento de las normas, diferencias entre niveles de evasión y situaciones que no permiten un pronunciamiento drástico sobre el diferendo.
Puntualizó sí que “es un tema discutible, aunque se ha notado en los últimos meses una fuerte presencia de inspectores de la DGI, con un control más exhaustivo en empresas de Paysandú. No digo que en otros departamentos no lo haga, pero nosotros lo hemos notado en nuestro departamento”.
“En cuanto a las dificultades registradas tanto en Paysandú como en Guichón, que es el tema de la discordia, es que generalmente la DGI maneja unos márgenes de rentabilidad para distintos tipo de giros de actividad que a veces no se condicen con la realidad. Hay diferencias con los márgenes o coeficientes que maneja la DGI, en base a los cuales se determina la deuda por concepto de impuestos”, explicó.
“A veces se da una diferencia muy importante en este aspecto, es decir entre lo que estima la empresa y lo que estima la DGI”, reflexionó, a la vez de acotar que “hay que tener en cuenta que en estos casos hay una diversidad de situaciones. A veces se generaliza pero hay que ver cada situación en particular, porque cada empresa es distinta y también lo es el comportamiento fiscal de una respecto a otra, aunque estén en el mismo ramo de actividad”, puntualizó.
“Quiere decir que en esta problemática lo peor que se puede hacer es generalizar y lo que corresponde es considerar cada caso”, aunque “sí entiendo que la DGI en muchas oportunidades maneja coeficientes para determinar la deuda que pueda existir de impuestos que no reflejan la realidad de la empresa, por lo menos en el departamento, y eso lo hemos constatado en varias oportunidades y generado una disconformidad importante”, precisó.