Opinion | 09 Ago Uno mata el virus de la gripe porcina y el otro evita que nos piquen los mosquitos: necesitaremos a ambos en los próximos meses. En un escenario donde los males globales están entre nosotros quizá como nunca antes, tendremos que comenzar a replantearnos seriamente nuestros hábitos y adoptar estrategias de prevención efectiva.
Mientras estamos acostumbrándonos a convivir con la gripe A H1N1 –al punto tal que las autoridades de la Salud informaron que más del 90% de los casos de gripe son por este virus—deberíamos comenzar a instrumentar en nuestra vida cotidiana algunos hábitos de prevención referidos a problemas sanitarios de los cuales cada vez parece más difícil zafar; uno de ellos es el dengue.
El doctor Eduardo Savio, asesor del MSP, advirtió recientemente que es inminente la detección de casos autóctonos de dengue durante el próximo verano. Para entonces, el desafío será controlar la acción del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la referida enfermedad, que se ha vuelto autóctona en todos los países de la región, excepto el nuestro, hasta el momento.
Parece muy difícil seguir manteniendo este estatus, fundamentalmente porque el mosquito vector está presente en casi todo el país, habiéndose registrado en el último otoño un alto índice de infectación en varios departamentos, entre ellos Paysandú.
Como es sabido, las larvas del mosquito son muy resistentes, por lo que una vez pasado el invierno, conviviremos nuevamente con nuevas generaciones del mismo.
Con otras enfermedades puede ser diferente, pero con el dengue la batalla está perdida de antemano si no se cuenta con el apoyo de la población para, por lo menos, impedir que se vuelva otra epidemia dentro del territorio nacional.
¿Qué tenemos que hacer? Cuidarnos y aportar cada uno su cuotita de participación y apoyo. La prevención del dengue no nos pide grandes acciones, ni multitudinarias, ni gastar dinero. Nos pide que pensemos en nuestro entorno cercano: la casa, la familia, uno mismo. No para llenar nuestras casas de insecticida y nuestros hijos de repelente, sino para cortarle el ciclo a la reproducción del mosquito evitando en nuestros patios y fondos todo elemento que pueda acumular agua y sirva como criadero. Se trata de una simple acción que mucho puede aportar y evitaría grandes problemas.
Hay especialistas que están diciendo que creer que sólo con el hecho de que suban las temperaturas va a desaparecer la gripe A H1 N1 es un gran error. Otro sería olvidarnos del dengue.