Rurales | 14 Ago La jornada anual de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC) reiteró la importante convocatoria de la investigación profunda y responsable que llevan adelante el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone y su equipo de trabajo de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, al reunir a más de 1.200 personas en una intensa jornada de divulgación de la información recopilada en años.
Que participaran varios productores argentinos y de prácticamente todos los departamentos del país deja en claro que los avances en la investigación ganadera son necesarios y trascendentes para mejorar la producción de carne. Además, la presencia del reconocido profesional argentino Juan Carlos Elizalde permitió conocer el futuro de los sistemas ganaderos en ese país.
Hay avidez por mejorar los números del negocio. Para Simeone, las primeras carpetas de este año “están cerrando entre 45 y 50 dólares en empresas de recría de invernada. No mata el costo de una renta ganadera, por lo que si fuera un arrendamiento estaría muy cerca del cero o levemente por encima”.
Simeone analizó las perspectivas de los sistemas ganaderos, en particular la recría e invernada, ante las variaciones de precios, cambios climáticos y la competencia entre rubros por el mismo recurso tierra, como la agricultura “que es más competitiva que la ganadería”, de acuerdo a lo mencionado por el técnico.
Para hacer más entendible el enfoque de su exposición, el profesional se pregunta “si tienen que cambiar los sistemas de invernada para mantener competitividad y seguir contribuyendo a la empresa agropecuaria. Y si necesitan un cambio, qué rol tienen las tecnologías para procesarlo”. Para Simeone debe concretarse. “Son buenas noticias que la agricultura esté dando buenos márgenes para la ganadería, porque atrás de la agricultura viene, por ejemplo, el sorgo. En el área que nosotros trabajamos económica y operativamente es rentable suplementar el ganado en determinado momento”.
Recría
Al referirse a la recría Simeone analiza que el objetivo es “que un ternero de 150 kilos en otoño, llegue al otoño del año que viene con 350 kilos, pronto para entrar a un corral y engordarlo. Nuestra visión es que, como los campos buenos que quedan son pocos, en ese primer invierno de vida el ternero se desarma y pasa solo a campo natural. Entonces, apoyándolo con suplemento o haciendo un sistema que denominamos ADT (Alimentación Diferencial de Ternero) para el encierre de esta categoría, podemos contribuir positivamente a lograr ese objetivo de un sobre año en el entorno de 300 a 350 kilos, pronto para ingresar a un feed lot o meterlo en una avena con suplemento o pradera”.
Al referirse al ADT Simeone sostuvo que “en lugar de lo que hacemos normalmente, suplementar los terneros con un kilo y medio de ración, se encierra el ternero suministrándole una fuente de proteína que habitualmente es un fardo puesto en el corral, y en vez de un kilo y medio se le da cuatro kilos y medio de concentrado. Una cantidad fuerte que está en el entorno de 2,5 y 2,3% del peso vivo”.
Especificó que el ternero experimenta “una ganancia de 750 a 850 gramos diarios, por lo que a fin del invierno se transforma en un animal de 230 kilos. Si gana por ejemplo un kilo en una pradera en primavera, gana 90 más, de modo que a fin de año tenemos un ejemplar de 300 kilos”.
El productor “convierte 6 a 1 la comida. Por lo que si tenemos una dieta que nos cuesta U$S200 la tonelada (0,2 cada kilo) y la convertimos 6 a 1, el costo del kilo producido en ese corral de terneros es de U$S1,20. Si el ternero vale U$S1,25 o U$S1,30, tenemos ganancia. Y aún en la cuenta de empate nos viabiliza ese sobre año de 350 kilos el año que viene”.
Historia
El inicio en la década del 90 fue de validación de tecnologías, trabajando en la UPIC en la capitalización de terneros, con animales de rodeos comerciales. A partir de esa etapa surgieron una serie de preguntas, que la tecnología generada hasta ese momento no respondía. Por tal motivo, en 2000 se iniciaron una serie de ensayos en los que se generó información y desde 2004 “comenzamos a redondear algunas propuestas tecnológicas”, precisó Simeone. Ese año la jornada se refirió a “El buen negocio: suplementar”. En 2005 “La suplementación y engorde a corral, integrado a sistemas pastoriles”. En 2006 se llamó “Intensificando la producción de carne en invernada: de la teoría a la práctica”, haciendo énfasis en los aspectos operativos y de manejo. En 2007 la jornada se denominó “La Invernada en los tiempos de la soja, la hora del feed lot”, reflexionando en lo relativo a este y al proceso de agriculturización. En 2008 se hizo un balance de los 10 años.