Nacionales | 15 Ago Siete horas para...
Después de siete horas de interpelación a las autoridades del Ministerio de Salud Pública por las presuntas irregularidades de la empresa Clanider en el Hospital Maciel y en la construcción de policlínicas en Canelones, la cosa terminó en apoyo. No podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que el Frente Amplio tiene mayoría en la Cámara de Diputados. Pero el miembro interpelante, Jorge Gandini, aseguró que llevará el asunto a la Justicia.
Informa “La República” que por 48 votos en 76 legisladores presentes, se dictaminó que las explicaciones de la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, el subsecretario Eduardo Fernández Galeano y el director Daniel Olesker fueron “satisfactorias”, se declaró la “absoluta certeza de que el gobierno actuó, actúa y actuará con total claridad y transparencia en todos los asuntos del Estado”. También se expresó la solidaridad política con el senador Eleuterio Fernández Huidobro y con el director del Hospital Maciel, Daniel Parada, “así como con los trabajadores de la salud y los familiares de éstos, que son víctimas de una campaña difamatoria con claros intereses electorales”.
Después de tantas horas, el propio Gandini entendió que a esa altura de los acontecimientos la interpelación estaba terminada. No fue porque se sentía satisfecho ante las respuestas, sino porque entendía que Muñoz, Fernández y Olesker sistemáticamente habían evadido dar respuesta a sus interrogantes.
Gandini se preguntó en reiteradas oportunidades si en el caso Maciel “estamos ante un desacierto de las autoridades sanitarias o una maniobra por parte de la empresa”, y agregó además que tenía derecho a pensar que en este caso “hubo negligencia o error administrativo (aunque) no delito, ya que eso lo determinará la Justicia”.
Para los representantes de los partidos Nacional, Colorado e Independiente, no fueron lo suficientemente claros y atendibles los informes. Pero nada más se logró.
Por pedido del jefe político
Para Muñoz, su llamado a sala concretado respondió a una acción política del Partido Nacional. “El jefe político del Partido Nacional pidió a sus legisladores que nos interpelen, así que es mentira que se pretendiera evitar este llamado a sala”, dijo. Aseguró que no hay sospecha de corrupción en los errores administrativos que Jurídica de su cartera viene investigando acerca de la sobrefacturación en los servicios de limpieza del Hospital Maciel. “Pasa que acá hay gente que no quiere hospitales públicos, y son los mismos que defienden las privatizaciones”, añadió.
“Campaña política chabacana”
El candidato a la vicepresidencia por el Partido Nacional criticó al Frente Amplio por considerar que lleva adelante una “campaña política chabacana”. Informó el mismo matutino que Jorge Larrañaga se mostró partidario de un “nacionalismo incluyente popular” y, sin nombrarlo, aludió al Frente Amplio y su candidato José Mujica.
“Basta de divisiones y de fracturas, basta de practicar esa suerte de campaña política chabacana y ordinaria” que se pierde en la mediocridad, “ocultando la falta de respuestas, la falta de programa, ocultando el respeto que nos debemos entre todos”, dijo. Para el líder de Alianza Nacional, no se puede decir “voy a debatir cuando se me antoje, ta. No, ta no. Hay que debatir porque hay que confrontar las distintas visiones, los distintos programas”.
Como en los viejos tiempos
Y siguiendo con la campaña electoral, uno que está dispuesto a revivir los viejos tiempos es el secretario general del Partido Comunista, Eduardo Lorier, quien aseguró que comenzará el lunes a realizar su campaña proselitista parado sobre un cajón de verdura y acompañado por un percusionista que tocará el piano.
Consigna “El País” que en las esquinas de los barrios periféricos Lorier abrirá las puertas de su auto, donde llevará un equipo de amplificación y micrófono en mano se dirigirá a los vecinos, mientras un integrante de la comparsa Cuareim 1080 tocará el tambor para despertar la curiosidad de los habitantes del barrio. El estrado será un cajón de frutas regalado por feriantes. El legislador piensa hacer esa campaña en solitario, en actos cortos, para poder visitar no menos de tres zonas por día.
¿“Guerra santa”?
Al ministro de Trabajo, Julio Baráibar, se le fue la mano con la exageración. Es que calificó de “guerra santa” a la disputa política generada en torno al proyecto de ley de negociación colectiva. Informa el mismo matutino que Baráibar dijo que a 70 días de las elecciones se ha generado una “guerra santa en este momento en el país de parte de la oposición, o sea los partidos tradicionales, que después de toda la vida de gobernar el país, incluso en conjunto, han tenido que ‘sufrir’ un gobierno de izquierda”. Afirmó que la negociación colectiva “es un derecho humano fundamental”, pero que “hay un escándalo porque a algunos sectores totalmente politizados no les interesa tener esa ley de negociación colectiva”.