Paysandú, Domingo 23 de Agosto de 2009
Policiales | 17 Ago Recuperó ayer la libertad el agresor confeso de Hugo Octalicio Collares Pérez, de 62 años, cuyo cadáver fuera descubierto el viernes por la mañana en una casa de la zona sur de la ciudad. Ayer el detenido compareció ante la jueza penal de Segundo Turno, Blanca Rieiro, y posteriormente protagonizó la reconstrucción del episodio, en cuyo transcurso detalló cómo --durante una supuesta discusión-- agredió a Collares con un cuchillo. Sin embargo, hasta tanto el Instituto Técnico Forense no determine las causas de la muerte, la Justicia no puede acusarlo de homicidio y por tanto recuperó la libertad.
El cadáver de Collares, con profundos cortes en la cabeza y heridas tipo “puntazos” en el abdomen, fue hallado el viernes por la mañana por una mujer de 35 años, que le alquilaba una pieza a los fondos de su vivienda. Posteriormente, la Policía y el forense constataron que el cuerpo estaba tendido boca arriba sobre un alargue eléctrico, circunstancia que arrojó dudas sobre las verdaderas causas del fallecimiento.
La pericia forense practicada en Paysandú determinó que las graves heridas en la cabeza, aparentemente infligidas con un cuchillo, no representaban la causa, así que el corazón de la víctima fue enviado al Instituto Técnico Forense en la capital del país, donde por estas horas es sometido a diversas pericias.
La investigación del caso recayó en el personal de la Seccional Primera de Policía. El temperamento conflictivo de Collares -de oficio albañil- así como su costumbre de recibir permanentemente personas extrañas en su casa representó un verdadero desafío para la investigación, pero finalmente se individualizó a un posible involucrado y se instaló un operativo de búsqueda.
Se trataba de un sujeto de 66 años, poseedor de antecedentes penales por homicidio, intento de homicidio, lesiones personales y varios hurtos. El sábado por la mañana los policías se trasladaron hasta la zona de Proyectada 42 con el cometido de ponerlo bajo custodia, pero al advertir la presencia de los uniformados huyó por los fondos de su vivienda, llevando consigo un bolso de mano. Tras ser visto en la zona de la Terminal de Ómnibus, el fugitivo fue finalmente capturado en la zona de Soriano y Luis Batlle Berres y posteriormente trasladado a la comisaría.
Una historia dudosa
En primer momento el detenido negó cualquier vinculación con la muerte de Collares, pero tras varias horas de interrogatorio optó por brindar una versión completamente distinta. Según dijo, el jueves próximo a las 19 se trasladó hasta el domicilio de Collares –ubicado en Guayabos casi Francisco Bicudo- con intenciones de invitarlo a tomar algo.
Al llegar, el dueño de casa le dijo que no tenía dinero, así que optó por hacerse cargo de la compra de la bebida. Ambos –añadió- se instalaron en el fondo de la vivienda y comenzaron a beber, pero en determinado momento se suscitó una discusión y Collares intentó agredirlo con un cuchillo. El huésped se defendió y desarmó a su atacante, para luego propinarle varios cortes en la cabeza y “puntazos” en la zona del abdomen.
El detenido agregó que aún herido, el dueño de casa logró escapar hacia el interior de la vivienda, ocasión que aprovechó para retirarse, no sin antes abandonar el arma en el lugar. Posteriormente, cambió su versión y aseguró que conservaba el cuchillo en su casa, así que la Policía se trasladó hasta la vivienda y recuperó un Tramontina de 30 centímetros de hoja, con aparentes rastros de sangre.
Sin embargo la versión del detenido –una persona evidentemente agresiva- no resultó del todo convincente.
La escena del crimen no concordaba con el escenario de una pelea. Además, el sujeto no presentaba lesiones, excepto una aparentemente antigua en la mano izquierda.
Regreso a la escena
Todas las pruebas fueron remitidas a la órbita de la Justicia y ayer por la mañana la jueza Blanca Rieiro escuchó la declaración del sospechoso. Más tarde, en momentos en que una pertinaz llovizna se abatía sobre la ciudad, se llevó a cabo la reconstrucción del episodio. Un efectivo de la Seccional Primera hizo las veces de la víctima y el detenido detalló cómo la noche del jueves perpetró la salvaje agresión. Más tarde, la jueza lo puso nuevamente en libertad.
Fuentes judiciales consultadas por EL TELEGRAFO explicaron que hasta tanto el Instituto Técnico Forense no se expida respecto a las causas de la muerte de Collares, la Justicia no puede acusar formalmente de homicidio al detenido ni mantenerlo privado de su libertad. Añadieron que “a esta altura del proceso” tampoco puede estar detenido por la agresión confesa, sino que permanecerá sujeto a proceso hasta tanto estén listas las pericias forenses.
Un informante de la policía garantizó que el sujeto será procesado, ya que es responsable confeso de la agresión, pero todavía no es posible aventurar qué delito le tipificarán. El dictamen del Instituto Técnico Forense se conocerá en los próximos días.
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