Policiales | 22 Ago Un hombre de 24 años perdió la vida tras sufrir una herida de arma blanca que le perforó el corazón durante una pelea ocurrida en las inmediaciones de Joaquín Lencina casi avenida San Martín en la noche del jueves, en tanto el hasta ayer supuesto homicida fue puesto en libertad por la Justicia, al entender que actuó en legítima defensa.
Aquella noche, Jorge Ramón Averastegui Rotundo estaba de visita en la casa de un conocido, de 26, y la pareja de éste. Aparentemente, mientras bebían alcohol, se suscitaron algunos entredichos que fueron subiendo de tono, por lo que el dueño de casa invitó a retirarse a Averastegui. Éste se fue, pero poco después volvió fuera de sí, portando un arma blanca.
Al ver que Averastegui llegaba armado, el hombre de 26 años le salió rapidamente al cruce con otro cuchillo. De acuerdo a versiones de testigos, Averastegui alcanzó a su oponente en el hombro y le rompió la campera, sin llegar a herirlo. En medio de la lucha ambos cayeron y el dueño de casa le asestó una puñalada en el tórax, que le perforó el corazón y el pulmón izquierdo.
Fuga frustrada
Ante tan terrible escena, el propietario de la finca intentó huir, al igual que su concubina, pero sus intenciones se vieron frustradas.
Extraoficialmente se supo que pretendía cruzar a la República Argentina, pero tras verse sin documentos ni dinero desistió del plan. Empero, trascendió que en su fuga ingresó a la zona del colector en el río Uruguay, donde fue detenido por efectivos de la Seccional Segunda.
Furia desmedida
Mientras Aberastegui era conducido al servicio de urgencia del Hospital Escuela del Litoral, la Policía llevaba detenido al supuesto homicida. En medio del caos generado por el hecho, una banda enardecida hizo arder en llamas la finca donde se registró la pelea. El fuego consumió la estructura de madera de la vivienda y casi todo lo que había en su interior.
Reconstrucción
del infortunio
Al tomar cartas en el asunto, la Justicia dispuso que se efectuara la reconstrucción de lo ocurrido esa noche, por lo que al atardecer de la víspera concurrieron al lugar los titulares del Comando de la Jefatura de Policía, la jueza y el fiscal de turno, ocasión en que en base a los relatos del detenido y su concubina fue posible saber más detalles de la fatal pelea.
En tanto, un numeroso grupo de curiosos se instalaban en las cercanías de la casa. Afortunadamente los espectadores no generaron ningún inconveniente y todo se cumplió en unos cuarenta minutos. Próximo a las 19.30 y en base a las declaraciones recabadas y las observaciones de la reconstrucción, la jueza de Segundo Turno, Blanca Rieiro, dispuso la liberación del detenido por entender que actuó en legítima defensa.