Nacionales | 22 Ago La marcha se manifiesta
La denominada “Marcha de la Esperanza” inició en Bella Unión su periplo por el territorio nacional, bajo la consigna de “nunca más terrorismo de Estado” y en respaldo de la anulación de la Ley de Caducidad y la continuidad de los Consejos de Salarios. La movilización arribó el jueves a Salto y ayer se trasladó a nuestro departamento, aunque a esta altura ya quedó claro quién será el objetivo predilecto de las críticas.
Según informó “El País”, durante el acto celebrado en Salto, los manifestantes lanzaron duros cuestionamientos al candidato nacionalista Luis Alberto Lacalle, a quien responsabilizaron de promover políticas privatizadoras. “Hoy el gran fruto de este gobierno es porque las organizaciones sociales supimos defender en aquel momento y las empresas públicas siguen en manos del Estado. Si le hubiesen permitido a Lacalle las privatizaciones, hoy otro sería el cantar”, enfatizó el dirigente de Fucvam, Julio Silva.
En “barra” no vale
Cuando la opinión pública se preparaba para presenciar un debate entre José Mujica y Luis Alberto Lacalle, el candidato frenteamplista dejó todo en “foja cero” al pretender imponer sus reglas de juego y plantear la posibilidad de un intercambio “en barra”, protagonizado por ambas fórmulas presidenciales. La gente quedó tan desanimada como ante la suspensión de un clásico Peñarol-Nacional, pero igualmente los nacionalistas están convencidos de que tarde o temprano los candidatos tendrán que verse las caras. El mismo matutino informó que Luis Alberto Lacalle comentó en su círculo cercano que Mujica “no le puede fijar las reglas”.
“¿Por qué los periodistas no consultan a Mujica por qué no quiere debatir?”, habría preguntado el candidato.
Al referir al debate trunco, varios legisladores nacionalistas optaron por un tono más bien irónico. “En cualquier momento nos pide para debatir con todos los senadores. Capaz también quiere debatir junto al ministro del Interior”, opinó el senador Eber Da Rosa.
Por su parte, Luis Alberto Heber dijo que Mujica “necesita venir en tropel” y sigue apelando a los insultos “por la falta de argumentos”.
“Él cree que, como supuestamente va primero, no debate. Cuando caiga en las encuestas, ahí nosotros le vamos a seguir diciendo que sí, que venga a debatir. Nosotros no debatimos porque vayamos primero o segundos”, añadió Heber.
La “guerra” del 90
Mientras el electorado aguarda por el pospuesto debate, los candidatos buscan ganar terreno apelando a diferentes estrategias. Luis Alberto Lacalle se comprometió a mejorar la calidad de la educación aliviando la carga fiscal de las instituciones privadas, en tanto José Mujica se dedicó a criticar la política económica de los 90.
Durante una reciente visita a Carmelo, el candidato frenteamplista –según “La República”- aseguró que la política económica aplicada durante la década del 90 fue “una guerra que generó una legión de muertos de hambre”.
“El que come todos los días no sabe de qué hablo, pero el que come cuando tiene, ese entiende lo que le digo”, reflexionó Mujica.
Acusó a la oposición de gastar “más de mil millones de dólares” para “salvar las crisis bancarias que aplicaban en esa ruleta rusa financiera que terminó por matarnos a todos”, aunque pidió respeto por los blancos y colorados que “hicieron este país”, en tanto exhortó a “no generar odios”.
Aplausos y críticas
Mientras tanto –según “El País”- Luis Alberto Lacalle llegó a la Universidad Católica de la capital del país para ensayar un extenso discurso en el que elogió el Plan Ceibal y reclamó mejoras en la Educación. También criticó el plan de historia reciente en la enseñanza pública y se manifestó afín a disminuir la carga fiscal a las instituciones educativas privadas.
“Un aplauso para el Plan Ceibal”, dijo el candidato en el aula magna de la Universidad Católica, aunque al referir a los nuevos programas de historia reciente dijo que los uruguayos “asistimos a verdaderas deformaciones del pasado”.
Abogó por un regreso a la “educación moral y cívica” y se manifestó partidario del “control a la libertad académica” de los docentes, en tanto reclamo un “alivio fiscal” a quienes envían a sus hijos a colegios privados porque “pagan dos veces impuestos y por otro lado matrícula”.
Asimismo pidió una reinstauración de la educación en valores. “Eso implica enseñar conductas, solidaridad, respeto a los demás, amor a la patria. Hay que formar seres humanos más completos”, explicó.
Propuso la creación de un instituto independiente que evalúe a los centros públicos y privados de enseñanza primaria, secundaria y terciaria. Esto -añadió- permitirá buscar “el camino de la excelencia” y determinar índices de repetición y calificaciones de los alumnos. “La gente podrá decir: ‘quiero llevar a mi hijo al liceo AAA o no tengo más remedio que vaya al AAB’”, afirmó.