Policiales | 23 Ago Fue finalmente procesado por la Justicia un hombre de 51 años que días atrás mantuvo un entredicho con los responsables de un motel desde donde aparentemente pretendía ausentarse sin pagar. En el marco del mismo procedimiento, una mujer de 34 también resultó procesada por simulación de delito.
De acuerdo a información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO el episodio que derivó en la referida decisión de la Justicia se registró hace varios días en un motel de nuestra ciudad. Según trascendió, próximo a las 13.30 un vehículo ingresó a una de las habitaciones, pero los huéspedes no se comunicaron con los encargados hasta por lo menos 12 horas después. Cuando los ocupantes de la habitación –un hombre y una mujer- supieron el monto que adeudaban, se negaron a pagar y mantuvieron una fuerte discusión con los encargados, a quienes el caballero habría amenazado de muerte. Enseguida acudieron efectivos de la Seccional Segunda y se entrevistaron con los involucrados. El ocupante de la habitación, Luis Sergio Manisse Cuello, de 51 años, se mostraba muy alterado, pero finalmente accedió a ser conducido la seccional, donde tardó en recuperar la calma. Finalmente dialogó con los policías y se comprometió a regresar al hotel y pagar la deuda, tras lo cual recuperó su libertad.
Ya sobre las cinco de la madrugada, la mujer que acompañaba al detenido en la habitación del hotel se presentó en la misma seccional para denunciar que horas antes le habían arrebatado la cartera. Según relató, se dirigió a un cajero automático ubicado en las inmediaciones de Montevideo y 18 de Julio, extrajo dinero y al salir fue abordada por dos individuos que la despojaron de la cartera, en cuyo interior –además del dinero- estaba su tarjeta de débito y sus documentos personales. Como la denunciante exhibió una lesión en un dedo de la mano –supuestamente provocada durante el forcejeo con los delincuentes- los efectivos no dudaron de la historia y efectuaron varias recorridas infructuosas en busca de los arrebatadores.
Vuelta de tuerca
Los investigadores no olvidaban el incidente registrado en el motel, así que profundizaron las averiguaciones para determinar si el supuesto robo de la cartera estaba relacionado. Finalmente descubrieron que la denunciante, de 34 años e iniciales M.C.C.P, no había acudido sola al cajero, sino acompañada por otra mujer. Ubicaron a la nueva involucrada y ésta desmintió la historia del arrebato y aseguró que efectivamente su amiga había obtenido el dinero.
Citada nuevamente a la comisaría, M.C.C.P. insistió en su versión, pero al registrarle la cartera los policías descubrieron que aún conservaba tanto sus documentos como su tarjeta de débito. Al verse descubierta admitió haber mentido y dijo que el dinero en principio era para pagar la deuda en el motel, pero decidió quedárselo porque los empleados del referido local la habían tratado muy mal. La Justicia Penal la procesó sin prisión por simulación de delito en régimen de reiteración real, con la falta de obtención fraudulenta de una prestación en calidad de autora; pero la historia no concluiría allí.
Más derivaciones
Mientras el relato de M.C.C.P era desmentido, la investigación cobró un nuevo giro, ya que por esas horas el responsable del motel se presentó en la comisaría para denunciar que finalmente Manisse Cuello no se había presentado a pagar lo adeudado.
Inmediatamente la Justicia ordenó que fuese detenido, pero las primeras averiguaciones lo ubicaron en la capital del país, así que la Policía debió esperar varias horas para dar con su paradero. Poco después, informantes se comunicaron con los investigadores asegurando que Manisse, a bordo de un automóvil y acompañado por dos mujeres, acababa de ingresar a su domicilio.
Con una orden de allanamiento expedida por la Justicia, los policías se trasladaron hasta la finca y se entrevistaron con una de las ocupantes, quien en todo momento negó la presencia del fugitivo. Mientras se desarrollaba el procedimiento, Manisse salió hacia los fondos de la vivienda e intentó escalar un muro, pero al verse descubierto huyó nuevamente hacia el interior del edificio. Finalmente, tras dialogar durante largo rato con los efectivos, fue detenido y conducido nuevamente a la seccional.
Nueva información obtenida por la Policía involucró a Manisse con otro incidente. Según parece, llegó en su vehículo a una estación de servicio céntrica e intentó cargar combustible, pero no apagó su cigarrillo. Los empleados le exigieron que lo hiciera, pero a cambio habrían recibido insultos y amenazas de muerte. En las últimas horas la Justicia dispuso el procesamiento con prisión de Manisse, poseedor de antecedentes penales, por la comisión de un delito continuado de violencia privada en reiteración real, con la falta prevista en Artículo 366 del Código Penal referida a obtención fraudulenta de una prestación, en calidad de autor.
Manisse adquirió notoriedad en nuestro medio a mediados de la década del noventa, cuando regresó de Estados Unidos con una flota de camiones que el gobierno de entonces no le permitió utilizar en territorio nacional. La negativa oficial despertó la indignación del empresario, quien llegó a bloquear los ingresos al Palacio Legislativo.