Locales | 24 Ago Ante versiones sobre el aumento en el número de pacientes con tuberculosis (TB) diagnosticados y en tratamiento en el Hospital “Luis Galán y Rocha”, EL TELEGRAFO consultó a la directora departamental de Salud, licenciada Magdalena Espillar, quien precisó que la situación es estable, dentro de los parámetros considerados “normales” para la región. Tampoco han existido informes específicos a este respecto del departamento de Epidemiología del MSP ni de los comités intra-hospitalarios que funcionan en el sector público y privado. Agregó Espillar que en esas áreas se monitorean e investigan los eventos sanitarios de esta índole. Descartado oficialmente que hubiera un pico notorio que haya obligado a la internación hospitalaria por TB en el departamento, pudo saberse que existió una denuncia que llegó hace algunos días a la Dirección Departamental de Salud sobre eventuales casos de tuberculosis en reclusos de la Cárcel Departamental. La licenciada Espillar señaló que se verificó la situación, con el apoyo de las autoridades policiales, no hallándose anormalidades.
Consultada sobre si --como ha ocurrido en otras partes del mundo-- la reaparición de la TB, que era una enfermedad considerada en retroceso, se debería a la incidencia del virus VIH, comentó que adhiere a la idea de que las condiciones del entorno, alimentación y mala situación general de vida inciden más en la vulnerabilidad de quienes enferman. Desde luego no descartó el VIH, puesto que provoca un derrumbe o pone en jaque a las defensas inmunológicas del organismo humano y favorece la aparición de enfermedades oportunistas.
Avances importantes
Sobre el tratamiento de la TB, en especial la multidrogorresistente (MDR), la última comprobación científica que ha divulgado la página web de la Comisión Honoraria de la Lucha contra la Tuberculosis y las Enfermedades Prevalentes, es la diarilquinolina TMC 207, que inhibe los bacilos turberculosos en general e incluso las cepas resistentes a las drogas. Este aspecto ha sido citado como un serio inconveniente para el tratamiento convencional de la enfermedad, que parecía absolutamente controlada al comenzar la última década del siglo XX.
En otro orden, se ha comprobado la importancia intrahospitalaria de la protección mediante el uso de lámparas UV-C, las que con un sistema de circulación del aire determinan una reducción del 70 por ciento de los contagios a que están expuestos los integrantes del personal de salud, familiares y otros pacientes internados.
Este dispositivo fue probado en el Colegio Imperial de Londres, la Universidad de Leeds y el Hospital Nacional 2 de Mayo de Lima, Perú.
De acuerdo con los datos librados por la Organización Mundial de la Salud, cuando un paciente con TB tose, los bacilos se diseminan en el medio ambiente, pero si está en un ambiente con lámparas UV-C, se produce un daño tal al ADN que prácticamente se reduce en dos tercios el riesgo que la enfermedad se disemine en forma intrahospitalaria.