Locales | 28 Ago La música amplificada con baladas; el salón comunal del Mevir acondicionado para un encuentro diferente, que convocó a la familia del pueblo y acercó a curiosos de la zona. En la noche del lunes, gran número de residentes de la zona se movilizó en busca de recrear parte de aquellos años que muchos añoran.
Lejos de las discotecas y del bullicio que el circuito urbano reproduce, donde un sinfín de propuestas bailables convocan año tras año a vivir una noche de nostalgias y de recuerdos, la sección Interior de EL TELEGRAFO partió hacia el interior rural con destino a pueblo Esperanza para conocer de primera mano cómo es una Noche de la Nostalgia en una localidad apartada de la ciudad.
Precisamente allí un grupo de muchachos organizó un particular y divertido brindis de la nostalgia, al cual fuimos invitados. Se trata de los integrantes de la Escuela de Samba Verde Esperanza, quienes en el salón comunal de Mevir presentaron la adquisición de un completo y moderno equipo de amplificación que les permitirá avanzar con su proyecto y mejorar considerablemente sus ensayos y presentaciones artísticas.
Un brindis y un baile familiar pautaron una noche para el mejor de los recuerdos, donde la música retro recreó momentos de sana diversión. Fernando Oviedo, director de la comparsa, dijo a EL TELEGRAFO que “como en otras tantas oportunidades este proyecto se vale del apoyo de toda una comunidad que a través de este movimiento sociocultural encuentra un motivo valedero para mantener unidos a los vecinos”.
“Es por eso que el grupo no para durante el año, y si bien el carnaval es el momento más alto de nuestras actividades artísticas, el resto del año procuramos mantener la vigencia participando e interactuando con la comunidad  a la cual pertenecemos. Por este motivo, entendimos oportuno vivir una noche de la nostalgia a nuestro estilo y con la impronta que solo el vecino rural sabe darle a estos movimientos sociales”.
Sin dudas que en esta oportunidad la noche de la nostalgia fue el disparador de un particular encuentro, en el cual los vecinos de Esperanza disfrutaron de gratos y divertidos momentos fortaleciendo un proyecto que identifica a toda esa zona del departamento, como lo es la Escuela de Samba Verde Esperanza.