Locales | 30 Ago Referente a la ley de adopciones que se quiere sacar en el Parlamento y que quienes la defienden nos dicen que una pareja homosexual le puede aportar a un niño una familia normal, me parece un razonamiento bastante irracional, y no se precisa ser muy observador para darse cuenta de lo que es obvio.
En una solicitada de la Dra. Patricia Vázques Varela, lo explicaba claramente; el niño toma como referencia a sus padres, y nadie dice que todos los niños adoptados por homosexuales van a ser homosexuales. De la misma forma que no todos los que fuman contraen cáncer de pulmón, y algunos que nunca lo hicieron igualmente lo contraen, la posibilidad de contraerlo se potencializa en un gran porcentaje si es fumador, y si no lo contrae, igualmente va a sufrir una gran cantidad de problemas respiratorios y de otra índole.
En el caso de un niño adoptado por una pareja homosexual ocurre algo similar: la posibilidad de que sea homosexual se eleva, y si no llega a esto, de cualquier manera va a tener una serie de problemas colaterales en la sociedad en la cual se encuentra inmerso, problemas que sus propios padres adoptivos conllevan, y los sobrellevan a su manera con orgullo, pero porque es la vida que ellos eligieron, no porque se la impusieron de la forma que se le pretende imponer al niño, como si fuera algo natural la unión de dos personas del mismo sexo. Con esta metáfora no pretendo decir que la homosexualidad sea una enfermedad, en realidad es una elección de vida, pero como elección de forma de vida que es, no se la puede imponer a los niños, obligándoseles a ser educados dentro de una familia homosexual.
Javier Pizzorno