En artigas, Salto y Paysandú

Rurales | 30 Ago La situación de déficit hídrico en la región que comprende los departamentos de Artigas, Salto y Paysandú se acumula desde 2008. El año pasado la falta de lluvias fue de aproximadamente el 50% del registro histórico promedio, en tanto este año y hasta julio inclusive, dicho déficit oscila entre un 39% y un 57% según el departamento considerado, observándose la mayor deficiencia en Artigas.
El informe de situación difundido por el Instituto Plan Agropecuario (IPA), agrega que en julio el déficit hídrico se acentuó y en agosto la situación continúa sin mayores cambios. A pesar de algunas precipitaciones y temperaturas elevadas, el déficit hídrico permanece.
Adicionalmente al déficit de agua en el suelo, las condiciones de crecimiento vegetal se han visto negativamente afectadas por las bajas temperaturas registradas y las fuertes heladas ocurridas durante el período que se toma en cuenta.
De esta manera, la situación climática “no colaboró” para solucionar los problemas de aguadas existentes. El bajo volumen en aquellas aguadas que tienen acceso de tierra se convierten en barriales, que provocan problemas para los vacunos débiles y causan mortandad.
Existe preocupación a nivel de los productores arroceros de la zona, dado que un porcentaje elevado del área de este cultivo se realiza con agua de represas.
Pasturas naturales
Relevamientos realizados con productores en el departamento de Salto indican que la altura de las pasturas es menor a los tres centímetros, con una disponibilidad de forraje extremadamente baja.
Esta realidad se ha generalizado en toda la región, en la que “había zonas que tenían más disponibilidad de las pasturas y hoy se han emparejado”. En los campos superficiales el suelo “permanece desnudo”. La calidad de las pasturas ha disminuido notoriamente como consecuencia de las grandes heladas, y las escasas lluvias caídas últimamente han producido una leve mejoría en este aspecto.
Pasturas sembradas
Aquellas pasturas sembradas en años anteriores están atrasadas en su crecimiento y ofrecen poco aporte de forraje. Las sembradas este año han atrasado su emergencia y el crecimiento es nulo, como consecuencia de las bajas temperaturas, salvo algunos mejoramientos realizados con Trébol Rojo que muestran un buen número de plantas. Es de esperar que las temperaturas altas registradas en estos días, colaboren “para un crecimiento razonable, siempre y cuando las condiciones de humedad en el suelo sean favorables”.
Forrajes y suplementos
El informe del IPA indica que “puede decirse que el sustento de gran parte de los vacunos de la región es realizado en función de los suplementos que se aportan, teniendo en cuenta que es escasa la oferta de forraje”.
La utilización de fardos como suplemento es habitual y los de paja de cereales y rastrojos de sorgo granífero son los más utilizados. También hay áreas de moha. El plan de raciones del MGAP sigue operativo y tiene una demanda firme como consecuencia de lo expresado anteriormente, pero se aprecia que la demanda ha descendido al fin de este período.
Vacunos
La condición corporal de los vacunos en la región es muy baja. En Salto y Artigas el ganado de cría se encuentra con índices de entre 2 y 3. De todas maneras en aquellos predios que se tomaron medidas desde fines del año pasado, con disminución de la carga y el aporte de raciones con diferentes suplementos, la situación es algo mejor.
Respecto al departamento de Paysandú, el informe del IPA establece que existen animales con índices de condición corporal mayores que oscilan entre 3 y 3,5, aunque también hay zonas y casos problemáticos donde se registran mortandades.
La situación se agravó en estos últimos meses, como consecuencia de una mayor demanda nutricional de las vacas de cría al entrar en el último tercio de gestación y la baja oferta forrajera de los campos naturales.
Como contrapartida los terneros que nacen tienen un escaso desarrollo, “por lo cual no se registran casos de distocia”. Eso sí, las madres “cuentan con poca leche”. Se recomienda apartar aquellas vacas con parición temprana de las de parición tardía, para brindarles un tratamiento diferencial al administrarles el poco forraje existente.
No se debe dejar que las vacas permanezcan mucho tiempo en trabajo de parto, ya que las reservas corporales son muy escasas. Es necesario recorrer con frecuencia los potreros de parición, para atender los partos y hacer que los terneros consuman calostro rápidamente.
Las vaquillonas que se van a entorar en el próximo servicio, se encuentran con el tamaño adecuado pero lejos del peso necesario. Se deberán suplementar para que puedan comenzar el ciclo.
Priorizar
Aconsejan “priorizar la preñez de los vientres y no preocuparse tanto del momento que se produzca la misma, para actuar sobre los diferentes rodeos, suplementando y realizando controles de amamantamiento (básicamente destete precoz)”. A su vez, deben implementarse medidas para ayudar al crecimiento de los terneros, buscando que lleguen al peso necesario para la realización del destete precoz lo antes posible, debido al escaso peso al nacer y la baja producción de leche de las madres.
Por otro lado hay que pensar en la estrategia para poder enfrentar de la mejor manera las situaciones no deseadas, como atrasos en la época de preñez y que la problemática no continúe.
Lechería
La situación productiva en general es “satisfactoria”, aunque la escasez de lluvias ha comprometido un adecuado rebrote de las pasturas. Los predios que trabajan con un buen nivel de aplicación tecnológica en general registran buena producción de leche y buen comportamiento reproductivo.
El informe agrega que el ejercicio económico 2008/09 iniciado el 1º de julio del año pasado y cerrado el pasado 30 de junio, presenta una drástica reducción de los resultados económicos de los tambos y un creciente endeudamiento. Estos efectos son consecuencia de la necesidad de cubrir los altos costos y manguados ingresos provocados por bajos precios de la leche y menores niveles de producción provocados por las sequías. Los saldos de caja fueron equilibrados a través de una fuerte asistencia estatal de subsidios y créditos, especialmente para pequeños productores.