Locales | 31 Ago Un noble automóvil Chevrolet 4 correspondiente al año 1927, abierto con capota, ruedas con rayos de madera, termina de ser restaurado y a través del trabajo llevado a cabo es un referente vivo de aquellos autos que llegaron en muy buen número a nuestro país en la segunda parte de la década del veinte.
Este Chevrolet pintado de color azul con capota blanca pertenece a Alvaro Enrique Rubiolo Nocito. Su primer dueño fue Javier Nocito Lagrecca, abuelo del actual propietario. Nocito, recordado comerciante, compró el Chevrolet 27 estando cero kilómetro y lo utilizaba permanentemente, por lo cual el auto siempre estuvo en la familia.
Olga Raquel Nocito, hija del ya hace muchos años fallecido Javier y madre de Alvaro Enrique Rubiolo, comentó que eran frecuentes los viajes hacia el interior departamental en el noble Chevrolet 27, también a Arerunguá, y cuando subían por cuestas empinadas en los cerros, su padre hacía descender a los pasajeros para alivianar el auto.
Hombre meticuloso, también fue piloto aviador, dispensaba gran cuidado a su “chivo” y seguía fielmente las instrucciones que consignaba el manual de fábrica --que su nieto aún conserva-- donde pueden leerse, junto a lo que dice el referido manual, distintas anotaciones que escribía su abuelo referidas al funcionamiento, piezas y cuidado del auto.
Tras el fallecimiento del primer dueño, el Chevrolet permaneció 25 años en un galpón, parcialmente desarmado, en una chacra.
VUELTO A CIRCULAR
El Chevrolet, en manos de su actual dueño, fue puesto nuevamente en orden de marcha, con la colaboración de Lauro Sigot para hacerlo arrancar.
El irrompible motor de cuatro cilindros con caja de tres marchas y reversa volvió a cantar su especial melodía. Después se decidió repararlo y poner a nuevo la chapa y pintura.
Fraga se encargó de pintarlo, Jorge Nocito había trabajado en la mecánica, Castillo en la tapicería, Da Fontoura y Villalba suministraron materiales y repuestos, Bekendorf trabajó en los cromados y el ingeniero Ruben Alvarez se encarga de cuidar del coche en su garaje.
Redondeando, un auto de familia puesto a nuevo y referente de una época del automovilismo muy especial.