Opinion | 07 Sep La denuncia penal que realizó la Presidencia de la República contra la administración del ex intendente Carmelo Vidalín por presuntas irregularidades en el manejo de fondos y donaciones para reparaciones tras las inundaciones de 2007 en Durazno resultó una gran sorpresa.
Vidalín y los miembros del Comité Departamental de Emergencia salieron a dar las explicaciones sobre los hechos. El ex intendente afirmó además que se trata de una maniobra política del oficialismo que busca frenar el crecimiento del Partido Nacional. Los miembros del comité, por su parte, brindaron una conferencia de prensa en la que refutaron las denuncias formuladas y fustigan la actitud de ediles del Frente Amplio que --presentes en el Juzgado-- “aparecen disfrutando de la situación detrás del doctor Eduardo Sellanes”, según dijeron.
El portal Durazno Digital publicó fotografías de las casas prefabricadas denunciadas como desaparecidas, que se encuentran sin armar en el Corralón Municipal. Los techos están en el Regimiento de Caballería Nº II y Brigada Aérea Nº II, se informó. Aclara que las cinco prefabricadas están como vinieron, es decir, desarmadas a la espera de que la Justicia desaloje a quienes ocupan el terreno ubicado en barrio La Lanera --comprado por la Intendencia-- para instalarlas.
En tanto, varios medios capitalinos se trasladaron hasta Durazno para buscar la opinión de los afectados por las inundaciones. Se escuchan voces conformes y otras disconformes con el accionar de la comuna y la ayuda recibida.
Es positivo que un gobierno escuche las denuncias de sus ciudadanos y realice investigaciones de asuntos que no parecen haberse desarrollado correctamente. También es correcto que se efectúe la correspondiente denuncia penal si se encuentran los méritos. Las investigaciones nunca sobran. No obstante, resulta llamativo que esta denuncia surja en medio de la campaña electoral y sea precisamente contra un dirigente nacionalista.
Más allá de las circunstancias en que se presentan tales denuncias y de los presuntos manejos irregulares, este parece ser un nuevo caso de lentitis estatal aguda y crónica, esa enfermedad que siempre ha afectado al Estado uruguayo, sea el área que sea, trátese de los gobiernos central o municipales, y que no permite una rápida solución a las urgencias de los más necesitados.