Paysandú, Martes 08 de Septiembre de 2009
Policiales | 08 Sep Un minucioso trabajo de investigación desarrollado por personal de la Seccional Segunda de Policía concluyó ayer con el procesamiento de dos personas involucradas en maniobras de contrabando de costosos automóviles en miniatura que luego eran enviados a Montevideo. Las réplicas eran ingresadas al país por un funcionario de la Dirección Nacional de Pasos de Frontera a través del Puente Internacional, quien luego las entregaba a un remisero y éste a su vez las enviaba a Montevideo en una empresa de transporte de encomiendas.
De acuerdo a información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, hace varios días el personal de la referida dependencia obtuvo información confidencial relacionada a un funcionario de la Dirección Nacional de Pasos de Frontera que cumple funciones en el Puente General Artigas. Según parece, este funcionario –de 52 años e iniciales J.R.C.G- se trasladaba frecuentemente en su vehículo a la vecina ciudad entrerriana de Colón, desde donde transportaba mercadería acondicionada en cajas. La Policía no conocía fehacientemente el tipo y el destino de esta mercadería, así que resolvió vigilar al funcionario hasta determinar la naturaleza de la maniobra.
Primeros resultados
Los policías sabían que el sospechoso viajaba a Colón casi a diario, fundamentalmente después de cumplir su horario de trabajo. Lo vigilaron y establecieron que al regresar desde la vecina orilla inmediatamente se trasladaba hasta el domicilio de un remisero, dedicado además a organizar viajes a la República Argentina en un “mini bus”. Nueva información confidencial señaló que estas cajas eran enviadas posteriormente a la capital a través de una empresa de transporte de cargas y encomiendas, emplazada en la zona Este de la ciudad.
El pasado domingo, próximo a las 18 y con una orden expedida por el juez, los efectivos montaron vigilancia en la zona de la Balanza San Manuel, sobre Ruta 3, y poco después interceptaron a tres camiones de la referida empresa que se trasladaban hacia la capital del país.
Inspeccionaron la carga y en uno de los vehículos, acondicionadas en el medio de la carga, hallaron 2 cajas que viajaban sin la correspondiente documentación (remitos). Los tres choferes fueron puestos bajo custodia, en tanto el magistrado dispuso la apertura de las cajas, en cuyo interior había 19 réplicas en miniatura de automóviles –de origen argentino-- acondicionadas en sus empaques originales. Cada modelo, exactamente idéntico a un original, medía aproximadamente 4 por 15 centímetros y estaba dotado de partes móviles, rueda auxiliar y luces.
Los investigadores intentaron infructuosamente hallar modelos similares en el mercado local y posteriormente determinaron que habían sido adquiridos en la República Argentina en aproximadamente 380 dólares cada uno, lo que determinó un valor total del envío de unos 8.000 dólares. Varios modelos fueron desmontados bajo la presunción de que podían ser utilizados para ocultar otro tipo de mercancía, pero finalmente la hipótesis quedó descartada.
Más detenciones
La Justicia dispuso que el chofer del camión que transportaba las cajas permaneciese detenido y que los otros dos recuperaran la libertad. El funcionario de Pasos de Frontera y el remisero –de 56 años e iniciales H.A.N.S-- también fueron puesto bajo custodia, en tanto se dispuso la indagación del titular de la empresa de transporte y de su hijo, ya que éste se encargaba de confeccionar los remitos de los envíos.
Indagado respecto a la maniobra, el funcionario de Pasos de Frontera admitió ser el encargado de transportar la mercadería entre Colón y Paysandú, pero aclaró que no lo hacía persiguiendo fines económicos, sino para hacerle un favor a un conocido. Agregó que en Colón recibía la mercadería de una persona que aguardaba por él en las inmediaciones de una plaza e insistió en que el favor no le significaba ganancias.
Mientras tanto, el remisero también admitió ser el destinatario en Paysandú de las réplicas, pero alegó que era la primera vez que las encargaba a pedido de un conocido radicado en la capital del país, a quien posteriormente se las envió en una empresa de transporte.
Sin embargo, al cotejar la documentación de la empresa, los investigadores descubrieron que en agosto el remisero envió a Montevideo 12 cajas similares. Consultados respecto a los bultos que ese domingo viajaron sin la correspondiente documentación, el titular de la empresa y su hijo –encargado de los despachos-- negaron cualquier vinculación con la maniobra y aclararon que la irregularidad en el envío respondió a un simple olvido.
Finalmente, aunque un total de 7 personas fueron indagadas en torno al caso, la Justicia dispuso el procesamiento sin prisión de J.R.C.G por el delito de contrabando en calidad de autor, así como el de H.A.N.S por el mismo delito, aunque en calidad de coautor. Asimismo, como medidas sustitutivas a la prisión, les impuso la obligación de concurrir a la Seccional Policial de su domicilio todos los días y permanecer en ella 2 horas por el término de 90 días.
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