EN PAYSANDÚ

Locales | 03 Sep Una experiencia piloto de investigación en laboratorio de producción de etanol –del tipo de alcohol que se le agrega a las naftas--, a partir de residuos de aserraderos de Paysandú, fue presentado por técnicos del LATU e Intendencia de Paysandú, a solicitud de la empresa sanducera Nalavit S.A.
Participaron en la reunión el presidente de Ancap, Germán Riet, el intendente sanducero Julio Pintos, integrantes de la empresa sanducera e invitados especiales, quienes fueron informados sobre el trabajo que realizó en estos meses anteriores el técnico industrial Eduardo Pellatón, productor agropecuario y con una experiencia de 43 años en la industria de la maltería, quien presentó la propuesta sobre bioenergía, tema del cual escribe en Uruguay desde 1987.
El citado técnico ha visitado países de Europa para conocer más de cerca los trabajos que se realizan, en especial Alemania, desde donde retornó hace una semana.
Los integrantes de Nalavit S.A. recurrieron a sus servicios para procurar con la colaboración del LATU transformar la celulosa en glucosa. “Esta luego se fermenta Y se hace etanol. Ese es uno de los usos”, señaló en diálogo con EL TELEGRAFO. “El otro será generar corriente tal cual está la madera”, agregó.
Sostiene que “hay que empezar a caminar en un país que no tiene energía, donde prácticamente las tres cuartas partes de la exportación se las lleva el petróleo. Llevamos gastados 300 o 400 millones de dólares comprando energía eléctrica, y mientras acá tenemos el potencial de poder generarla, debemos hacerlo”.
Entiende que ha sido “un buen paso, en donde la Intendencia de Paysandú ha tomado esto con mucho entusiasmo, pero se debe seguir trabajando, teniendo en cuenta que será una posibilidad de generar fuentes de trabajo, en un momento en que se nos van del país tantos técnicos”.
En la primera etapa ya se ha hecho por un sistema natural con la participación del LATU, “transformando la celulosa en glucosa, la madera en una especie de azúcar que luego puede ser fermentada por medio de levadura. Luego que fermenta se destila y se saca el alcohol o etanol para usarse como carburante”. Aclaró que “no se utilizó nada agresivo de la naturaleza”.
Para Pellatón, “Uruguay tiene un gran potencial para recurrir a energía complementaria al combustible tradicional”. Con 800.000 hectáreas de montes, “el potencial es fabuloso y se están desperdiciando miles de toneladas de residuos”.
Precisó que esta es una iniciativa de una industria descentralizada, “que primero debe tener una mano del Estado, creando centros de capacitación para preparar a la gente”.
Apoyo
El presidente de Ancap, Germán Riet, recordó que “estamos haciendo esa misma experiencia en Bella Unión, produciendo etanol a partir de la caña de azúcar, pero también nos interesa apoyar esta experiencia, de ahí nuestra presencia”.
Sostuvo a EL TELEGRAFO, que el apoyo “puede traducirse en ayudar a la investigación. Ancap tiene fondos, en este caso junto con UTE, para la investigación en proyectos energéticos, fundamentalmente a partir de la producción de biomasa y agrícola de U$S 3.000.000”.
Agregó que también puede buscarse complementación “a partir de la planta de alcohol que tenemos en Paysandú, que Ancap se la pasó para que la administre ALUR y puede ser útil a este proyecto”.