Nacionales | 10 Sep Nostalgia que duele
Soplan vientos electorales y ningún integrante del gobierno quiere recordar a Juan Carlos Bengoa, ex director de Casinos del Estado y de Casinos Municipales de Montevideo. Sin embargo, siempre hay alguien que imprudentemente se remite a los archivos de un pasado no tan lejano, para perturbar el sueño electoralista de la coalición de izquierda. Según información divulgada por “El País”, la Federación Nacional de Trabajadores del Juego (Fenaju) acusó al gobierno y la Intendencia de Montevideo de darle continuidad a la política aplicada por Juan Carlos Bengoa, protagonista de uno de los casos de corrupción más escandalosos de la actual administración. A través de un documento, la gremial exigió “dejar sin efecto” la megalicitación impulsada por el actual director de Casinos, Fernando Nopitsch, que incluye la privatización del Hotel Casino Carrasco. Sus integrantes señalan la necesidad de plantear un debate que involucre a todos los actores y “una política de juego a nivel nacional con seriedad e involucrando a toda la sociedad en su conjunto”.
El comunicado rechaza “la transferencia deliberada de millones de dólares del Estado a capitales privados” y afirma que tanto el gobierno nacional como el departamental “aplican una política que promueve el juego y profundiza las transferencias de recursos del sector estatal y municipal hacia el sector privado”.
La guerra global
Hubiésemos preferido una contraposición de propuestas; pero, parafraseando a Mujica, “es lo que hay”. Así que remitámonos a la pirotecnia verbal que caracteriza la campaña electoral y que tiene como protagonistas al propio candidato frenteamplista, su rival Luis Alberto Lacalle y a sus respectivos lugartenientes y seguidores. Según el mismo matutino, en las últimas horas Lacalle comparó los comicios de octubre con el plebiscito de 1980 y advirtió sobre “concepciones totalitarias”. Mientras tanto, en una entrevista cedida a “El Espectador”, el blanco Gustavo Penadés acusó a Mujica y al MLN de ser “responsables” de los trece años de dictadura y de atentar contra la democracia. En tanto, en un discurso en el ex cine Cordón Jorge Larrañaga advirtió que el Frente Amplio gobernaría “con mayorías del MPP y el Partido Comunista”, en tanto Mujica arrastraría al país hacia “un proceso de radicalización”.
Otro que echó leña al fuego fue el diputado de la CAP-L, Carlos Gamou, quien habló de la “enorme preocupación” que existe ante algunos nombres del equipo económico en un hipotético gobierno blanco. “Ignacio de Posadas es famoso por las Safis. Es una persona que le dedicó su vida a las Safis, que son como la pasta base del sistema financiero”, dijo Gamou y recordó que Javier de Haedo “fue asesor, durante muchos años, de la dirección del Banco Comercial de los hermanos Röhm, que quebró y puso a Uruguay en crisis”.
Lacalle no se quedó atrás y opinó que el país atraviesa una situación similar a la de 1980, cuando el pueblo uruguayo le dijo “un NO fantástico a los militares”. “Se me dirá, no hay nadie preso, nadie proscrito, nadie amenazado. Sí, señor, eso es cierto. Pero la fuerza y la violencia moral tiene también contenido y aquí se ejerce violencia sobre la opinión pública, toda vez que se gasta dinero hablando del gobierno”, advirtió Lacalle.
¿Reaccionario yo?
Mientras tanto Mujica, que de tonto no tiene un pelo, se erigió en pacificador al rechazar públicamente -- vía mensajes de texto-- la campaña que convocaba a cacerolear durante la participación de Lacalle en un programa de televisión. “No entremos en esa, necesitamos una campaña electoral con mucha altura, con mucho respeto. No le hagamos a otros lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros”, dijo. Sin embargo, el blanco Pablo Iturralde no fue nada indulgente con el candidato frenteamplista y recordó cuando, junto a “un grupo de iluminados”, se “levantó contra las instituciones y ayudó a hacer caer la democracia”. “Nosotros no robamos ningún banco para financiar nada. Nunca negociamos en la trastienda de los cuarteles”, recordó Iturrralde.
No faltan candidatos
En Uruguay frecuentemente tenemos grandes dificultades para promover debates y políticas que contribuyan al bienestar de la población; pero, en cambio, cuando de intercambiar epítetos se trata, los candidatos sobran. El ex titular de Trabajo, Eduardo Bonomi, se sumó ayer al intercambio y en diálogo con “Últimas Noticias” advirtió que si la oposición sigue haciendo referencia a la guerrilla el Frente Amplio está habilitado a seguir la misma línea.
“Yo sé que si meten el tema de la guerrilla nos liberan de poder decir cualquier cosa. No sé si alguien estando ya libre de hablar de todos aprovechará para hablar de todo”, advirtió Bonomi. El ex secretario de Estado atribuyó el cambio de estrategia del nacionalismo al resultado de las últimas encuestas, que señalan un crecimiento del Frente Amplio en la intención de voto. “Es un cambio de estrategia basado en que las encuestas muestran que la estrategia que han seguido hasta ahora no les ha dado resultado”, opinó.