Opinion | 11 Sep El Plan de la Costa está trabajando en la organización de la temporada de verano en forma similar al año pasado. Y, si bien se percibe y celebra una profundización en la atención puesta en distintos aspectos de los detalles, vuelve a precibirse que se sigue dejando de lado la promoción de espacios de camping, que bien podrían representar imanes para un populoso público que gusta de esa modalidad turística.
Según confirmó a EL TELEGRAFO el director de Turismo, Claudio Quintana, se realizarán dos licitaciones --una para el parador Punta Arenas (frente al museo de la Tradición) y otra para el kiosco de playa Park-- y se culminarán las obras del paseo costero, incluyendo la construcción de una rampa que permita el acceso de personas con capacidades diferentes a la playa. También están planteados llamados para ocupar cargos de guardavidas y, paralelamente, se está organizando el servicio de enfermería y mantenimiento. Las playas sanduceras han logrado convocar a numeroso público de la región en las últimas temporadas, además de los muchísimos sanduceros que resultan cautivos de las aguas del paterno en las catalogadas “playas naturales certificadas” y atraídos por las actividades recreativas, culturales y deportivas que se han desarollado tanto en el Teatro de Verano como en la zona de arena.
Paralelamente a las intervenciones en la playa, se busca la construcción de hoteles para aumentar la capacidad limitadísima de nuestra ciudad en materia de alojamiento y se promueven grandes inversiones. Sin embargo, se sigue dejando al margen la promoción de espacios para camping con las comodidades y los servicios apropiados. En ese sentido, el Guyunusa sigue siendo el único espacio habilitado para tales fines y, más allá de que se le introduzcan mejoras en cerramiento, parrilleros y en los baños, resulta una oferta insuficiente para captar mayor número de campamentistas. La zona frente a la playa nueva, definida como espacio para campamentos, no ha recibido ninguna adecuación y, por lo tanto, no es apto para captar turistas en carpas.
Como en la mayoría de las áreas turísticas nacionales, el espacio para campamentistas debería ser privilegiado. Sería muy favorable que las autoridades públicas promovieran y motivaran el desarrollo de espacios de camping, públicos y privados, que en definitiva brinden otras opciones a los turistas y generen otras vías de desarrollo a nuestra ciudad.