Esperan primavera lluviosa

Locales | 12 Sep “El partido (contra el dengue) se juega en la casa de cada uno de nosotros”, dijo a EL TELEGRAFO el director general de la Salud, doctor Jorge Basso, estableciendo que una de las preocupaciones del Ministerio de Salud Pública es “traer a la agenda este tema, que es muy importante desde el punto de vista sanitario”. Explicó que aunque “ya hemos trabajado muy bien con el sistema educativo en escuelas y liceos”, habrá que trabajar muy bien para seguir evitando la proliferación del mosquito Aedes Aegypti, más considerando que “tendremos una primavera lluviosa, y hay que evitar que se generen criaderos de mosquitos en el fondo, en el patio o en la azotea”.
Basso recordó a los vecinos que “las macetas, envases y hasta chapitas de los envases pueden ser criaderos de mosquitos”. También mencionó que “los huevos de mosquitos han resistido este invierno”, por lo que el peligro de reproducción es latente.
Solo dos en las américas
“Salvo Canadá y Uruguay, todos los demás países de las américas tienen dengue autóctono; eso muestra la magnitud del problema”, y por eso el Ministerio de Salud Pública recomienda “trabajar con la gente, con la población y el sistema educativo, y sobre todo insistir con la información para que la población colabore”.
El director aseguró que “no podríamos, ni con un ejército de personas, recorrer todos los domicilios a ver si hay algún recipiente olvidado. Es necesario que la población haga ese trabajo”.
La expectativa es que “seguramente los niños van a recordar a sus padres y a los adultos lo que se trata en la escuela”.
“La posibilidad de mantener este país libre de dengue depende del convencimiento que tenga la gente. No es un problema menor, ni de otros, es de nosotros”, afirmó, advirtiendo que “en los países donde entró el dengue, después no se pudo sacar”.
Aseguró que si Uruguay es libre de dengue “no es casualidad; nuestro país ha trabajado bien pero el riesgo es cada vez mayor. Por eso apelamos a la participación de la población”.
El riesgo mayor
En cuanto a Paysandú, por tener un paso de frontera con un país con dengue, Basso dijo que “en las zonas limítrofes, tanto en el Litoral como en el norte, es donde el riesgo es mayor”. Definió como “una buena noticia” que se trabaje en conjunto con las provincias argentinas del litoral, como lo están haciendo las ciudades de Salto y Concordia, “porque permite que los planes de contingencia no se limiten hasta la frontera, sino que se puedan articular respuestas, porque las enfermedades, y particularmente el dengue, no se detienen en una aduana”.
Reiteró el concepto que “no le demos al mosquito lo que necesita para desarrollarse. Siempre va a haber mosquitos, pero la clave es que el número de mosquitos esté controlado, que no aumente más de lo evitable. Y para esto hay que evitar los criaderos”.
Destacó “el trabajo muy bueno que se hace en la descacharrización, se eliminó mucho y eso es bueno. El trabajo casa por casa y manzana por manzana es muy bueno y hay que seguir haciéndolo”. Sobre las casas abandonadas, y si hay gestiones legales específicas para esos casos, indicó que “ese es trabajo de las intendencias. Muchas veces se apela a trabajar con el Poder Judicial para ingresar y hacer limpieza”.
“En algunos departamentos se ha hecho, y cuando se constata que hay condiciones para que en ese espacio se generen criaderos, se debe hacer”.
Particularizó el problema “en las casas vacías y los terrenos baldíos y así lo han establecido los grupos de trabajo”, pero afirmó que “hasta en casas habitadas hay criaderos de mosquitos”.