Locales | 14 Sep El vivero de la Colonia Ros de Oger, que ha funcionado durante cuarenta años, cuenta con unas 44 hectáreas y ha funcionado como apoyo a los colonos en cuanto a la provisión de especies para cortina de vientos y de protección en determinadas especies, así como para aporte forestal.
De acuerdo a la información recogida por EL TELEGRAFO, hay manifiesta inquietud en la Asociación de Colonos por el destino del vivero, que será traspasado en comodato –préstamo de uso-- a la Intendencia Departamental en el marco del acuerdo con el Instituto Nacional de Colonización por los funcionarios afectados por el cese de actividades.
Según el convenio entre la Intendencia y el INC, entre cinco a diez hectáreas serían suficientes para el funcionamiento del vivero, en tanto la Intendencia deberá definir su proyecto para el resto de la superficie ocupada por esta dependencia, no descartándose eventualmente un destino turístico.
La Asociación de Colonos se ha manifestado muy interesada en que se continúe con la actividad del vivero, esta vez gestionado por el municipio en base al acuerdo con el INC, sobre todo por las necesidades en contar con especies para los montes de abrigo, entre otras alternativas.